viernes, 18 de diciembre de 2009

Progresión de producciones de humo.

Hace aproximadamente una semana Jacobo Martín lanzó su nuevo corto a la red. Matarife Insulino, su otra producción hasta el momento, ya fue citada desde aquí. La nueva, Un día espléndido... Confesiones de un asesino, ha logrado satisfacerme y sorprenderme. Quiero puntualizar, antes de que se me juzgue como alguien al acecho por aprovechar una oportunidad con la que echarse flores, que mi participación en la elaboración del guión ha sido nimia, insignificante.

El nuevo trabajo está centrado en un homicidio, en la misma vertiente que su predecesor. Sin embargo, no se trata de un asesinato injustificado o, por ser más correcto, un asesinato del cual desconocemos sus causas. Esta vez hay una narración del personaje donde expone los motivos que sin demasiada reflexión ni remordimiento ni argumentos en contra le han incitado a perpretar el crimen (¿atroz o equitativo?) contra un amigo, llegando a ser, al menos desde el guión, casi fratricidio. Para que no se diga, voy a comentar los aspectos que desde mi punto de vista personal me han parecido débiles y susceptibles de depuración. En primer lugar, considero exceso de sentimentalismo las imágenes adoptadas de la segunda guerra mundial. Hay una explotación hiperbólica del holocausto, algo reiterado y memorizado, que con cierta pesadumbre dolorosa seguimos viendo. Contribuye a engrosar el repertorio. Que con trágicas imágenes incrustadas se invoque la rabia y la tristeza, no quiere decir que no sea un comodín demasiado machacado, y por lo tanto no me parece un acierto. En segundo y último lugar, opino que no se alude al vínculo existente entre asesino y víctima, más que de soslayo, lo cual hace perder fuerza a unos de los pilares más importantes: a saber, la renuncia a la amistad tanto por el sentido de la moral como por el de la justicia. Por lo demás, valoro que en su conjunto es una película que supera sus restantes objetivos: impactar con la sucesión de imágenes y acompasarlas con la banda sonora, que de un único actor salga una buena y creíble interpretación, que no haya nada que desentone y, sobre todo, la aplicación de una ley moral propia sin contemplaciones, el tenebroso cruce donde chocan principios fundamentales del hombre, como son el derecho per se a la vida contra la obligación a aplicar muerte, al comprobar como por egoísmo un individuo es capaz de vulnerar lo más fundamental de la existencia humana: la dignidad y la libertad. Y todas las controversias que estriban en ese dilema.

No es dramática, o no pretende el director que sobresalga esa emoción sobre las demás. Es original y vertiginosa, entretenida, de ardua elaboración, bien esculpida, sin dar pie al enternecimiento, despiadada. La recomiendo, son cinco minutos que no serán desperdiciados. Reclamaciones en comentarios.

En la página web se pueden comprobar los demás trabajos y hallar el enlace que dirige a su publicación en el Youtube, así como mantenerse informado sobre nuevos proyectos en caso de que surjan. Siendo así, esta es la dirección:
http://www.cobofilms.com

Desde aquí, mi más sincera enhorabuena. Van por el buen camino.

martes, 1 de diciembre de 2009

Pasión por la música.

Han presenciado hoy mis ojos la imagen más infame y soez que puede contemplar el ser humano a través de un ya de por sí repulsivo aparato de televisión. De buena mañana, mientras degluto mis insípidos cereales integrales empapados de agua con colorante cálcico (acepción eufemística: leche desnatada), pensando en que me quedan solo cuatro cortos días para el prolongado fin de semana que se aproxima, saboreando en mis sinapsis neuronales la dulzura del reconfortante trabajo que desempeño, y con cierta ansiedad microbiana por pegarle de una vez por todas cuatro caladas a un reflexivo cigarrillo matutino, en suma, disfrutando de la vida así como me lo permiten las directrices que me he impuesto, es entonces, cuando me anonadan, vía electrodoméstico imprescindible, un grupo de sanguijuelas enarbolando una serie de pancartas en las que rezan las protestas más deshonestas y falaces de cuantas pueda idear el rincón más estúpido de nuestra sociedad culta. Antes de nada, tendré que puntualizar que no he visto más que el titular de la noticia, pues tras ver el patetismo exacerbado de nuestro país, reflejado solo en parte en los boletines informativos, me ha persuadido magnéticamente un canal donde una mujer de voluptuosos pechos, labios y Dios sabe que más, de silicona, intentado convencerme de que tendré suerte si telefoneo antes de que se acabe el tiempo. Cierto es que tienta más llamar para proferir excesivas obscenidades, mientras se sostiene un aparato en cada en mano. Tan motivado se encuentra uno al alivio placentero de tan buena mañana. Mas, dejando de lado estas digresiones peliagudas, quería referirme a que he visto, en aquel miserable resumen de noticias mañanero, al imperecedero Loquillo seguido de un numeroso séquito aglutinado de cavernícolas gilipollas y despistados, que no saben moverse por el mundo si no es robando. Analizando someramente la ínclita figura de Loquillo, ese hombre que tanto ha contribuido a la exaltación musical de este país ya degradado en cualquier aspecto cultural, he de confesar lo siguiente: He escuchado alguna canción suya. En lo referente a los cantamañanas que le respaldaban en tan honrosa denuncia, no conozco a ninguno de ellos. Ahora me pregunto ¿Por ventura me debe importar un carajo, aunque sea solo un puto carajo, lo que esta gentuza lamentable y depravada tengan que reprocharnos? Dicen <<>> Hijos de la grandísima puta, si estáis cobrando a los barberos por encender la radio, que eso ya me parece tan irrisorio como vender botellines con fragancia de excremento de gorila, si es que en la radio se dignan a enchufaros, cosa que dudo. Os estoy pagando cada trocito del papel higiénico, que utilizáis para limpiaros vuestro impoluto culo, mediante cánones digitales y estafas por el estilo ¿Y por añadidura tenéis el descaro de intentar que me sienta culpable? Que sepáis que el buen músico vive de sus conciertos, mirad a los grandes intérpretes del jazz, del blues, a la música clásica. Si no hacéis conciertos es porque no gustáis, no le deis más vueltas, es así. Y sin esos clicks dementes que realiza parte de la población, quizás no hayáis pensado que vuestra popularidad sería nula, y encima os quejáis ¿Pensáis que algún descarriado del mundo iba a comprar alguna de esa basura con la que vosotros menospreciáis al concepto cultura musical? Suficiente tengo ya con el vertedero político y cinematográfico español como para que ahora los cantantes de un verano me vengan con cara de inocente dañado, de honor mancillado, de plañidera de funeral, suficiente tengo, os digo, con todo lo que corroe este mundo para escuchar vuestros lloriqueos y pucheros, que no me la dais, vuestra luctuosa facha no me convence, menos aún después de cerciorarme de que os lleváis rentas por el simple hecho de haber producido música la cual gozó algo de éxito en un corto período histórico determinado. Putrefactos y anacrónicos, inoperantes, embusteros, que estoy yo cobrando en un mes lo mismo que vosotros por producir media canción (si se le puede llamar canción). Que la música no es el negocio que vosotros pretendéis que sea, indecentes y profanos, que es arte, y en el arte no sois vosotros los que mandáis, si no el que se solaza con él. Pero como he dicho, vosotros de artistas tenéis lo que yo de guapo, y es por eso, que no comprendéis que Sanseacabó. O se cambia el concepto o nada.

Y a todo esto ya acabo haciéndoos una pregunta. Vosotros sabéis que cobráis por cada CD vírgen que compro, aunque lo rellene con Robert Jhonson o algún grupo de los años de María Castaña y de procedencia americana normalmente, sabéis que aunque incluya un simple documento de Word escrito por mí también me estáis cobrando, y yo os pregunto ¿Por qué he de ser yo el que os otorgue concesiones?

jueves, 22 de octubre de 2009

Ojo a la nota.

No tengo buena memoria, pero se cumplía el plazo de entrega hoy. Por tanto hace 15 días que fui a tomar prestados los libros de Fortunata y Jacinta, y Sonata de Otoño/ Sonata de Invierno de la biblioteca. Sobre las sonatas no tengo mucho que decir, ciertamente ni me llegaron a gustar mucho. Una historia de amor sin demasiadas emociones. Eso sí, es Del Valle-Inclán, un peso pesado, la prosa es preciosa. Pero a lo que yo iba es al primero. Es casi un mamotreto dividido en dos volúmenes, muy recomendable, una pasada. Cuando me lea los cuatro libros de Montero Glez y algunos de García Márquez que tengo en el tintero, profundizaré en la obra de Pérez Galdós. Me encanta como escribe y la época en que vivió, de absoluta crispación e inestabilidad política. El sexenio Revolucionario, la primera República, las guerras Carlistas, el grandioso Amadeo de Saboya. Una época muy movidita sí señor, y tiene Galdós los Episodios Nacionales que creo que arrancan al principio de siglo para finalizar en los 90 del mismo (de esto no estoy muy seguro). he leído en el wikipedia que es una recopilación de diferentes novelas con una visión, según dicen, particular de la historia. Le daré caña. Aunque comenzaré con Memorias de un desmemoriado.

Pero no me quiero ir por los cerros de Úbeda. Y mi intención era a protestar por el patetismo de algunos editores. No sé si es para demostrar que se han leído la obra, o para exhibir su erudición sobre la misma, pero en las notas al pie de página se empecinan en adelantar acontecimientos de suma importancia y te previenen de los giros en lo que viene siendo una novela emocionante. Esto solo me ha pasado con la editorial Cátedra en los libros escritos originalmente en lengua castellana (que recuerde: Rayuela y este); también con Rojo y Negro de Stendhal. Las introducciones recomiendo ni leérselas; comencé con la de Rayuela y viendo el panorama lo dejé porque es que se le veía venir. Lo que peor me cae es que las notas son muy útiles, pero en algunas comienzas a leer la nota 76 y de pronto, en medio de la prólija parrafada, escupen una frasecilla, te anticipan algo para acabar con un "como se verá más adelante" y continúa con la información que estaba uno buscando, que normalmente es una aclaración sobre un acontecimiento histórico en este caso. Pues vaya hombre, una de las mejores obras realistas en castellano y vienes tú a decirme que esto y esto otro sucederá a medida que avance. Venga ya. Eso es sacrilegio, un asesinato, a ese tío tendrían que encarcelarlo, no hay derecho. Pues nada, quien lea esto, ya está prevenido.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Comenzando así (acabando...)

Con sueños que se cumplen comienza esta semana, sin ser muy ambicioso y buscando tener la cabeza ocupada, cualquier cosa que aparece es una puerta que se abre y ya sé que entonces nada volverá a ser igual. Salir de la nada, eso es todo. Subir una escalera, o bajarla, pero que sea otro rellano porque no hay peor cosa que esperar demasiado tiempo viendo la misma imagen sin saber que en otro lugar puede estar aguardándote una verdadera oportunidad, y no esa única opción casi desesperada. Los días han pasado sin saber si era martes o jueves, mostrando interés por su nombre a medida que se aproximaba el fin de semana, a sabiendas de que tanto jueves como martes iban a ser un calco el uno del otro. Pero este jueves voy a una entrevista, y ya sé que me toca rasurarme el careto, pelarme el poco pelo que me ha quedado de absurdas batallas sin heróicos ideales e ir presentable al menos a los ojos de la enternecedora ciudad de Valldemossa. Pedagogía ambiental, ando un poco espeso, tendría que revisar viejos apuntes que Dios quiera todavía conserve en las carpetillas de cartón barato donde creo que tenerlos almacenados. Básicamente, si se quiere aspirar a algo se tienen dos opciones: a) confiar en la suerte y ser yo el único pretendiente al curro al que le propondría matrimonio tan solo por tener algo de cochina estabilidad y perspectiva de futuro. b) informarme bien de los entresijos del trabajo, saber realmente en que consiste mediante una recopilación por internet, siendo posible (que no seguro), que haya algún tipo de página o páginas que recojan datos más exhaustivos que la menudencia que me han facilitado. Y aunque vaya a poner en práctica la b), debido a que por si acaso va un sujeto en una situación tan patética como la mía le llevaría ventaja si él se ha inclinado por la opción de la lotería, sigo confiando yo también en esta última. Aunque esta vez me guiaré por el más vale prevenir que curar. Le tengo miedo a mi expediente lamentable, de media de toda la carrera queda rozando el seis, pero por abajo, y hoy he considerado que he tenido suerte porque no he tenido que esperar más de diez minutos en las colas que se forman estos primeros días con el tema de las matrículas y porque han podido hacer el extracto del expediente limitado a delatar solo mis asignaturas aprobadas, aunque podrán ver los años. En todo caso, mejor que no presentar el expediente de seis páginas. He hecho hasta 4 copias, para no tener que volver en mucho tiempo, con compulsa además, y gratis. Del título cobran. Pero nada, éstas gratis, pues bien, algo es algo. Y esto ha sido un buen lunes. Ya veré como acaba esta semana, llevando la cuenta.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Breve carta al presidente.

Distinguido y excelentísimo Jose Luis Rodríguez Zapatero:

Mi bienamado Presidente, no sé por dónde empezar a escribir esta carta, ni cómo orgarnizarla, ni cómo enfocar la prosa para que una entidad de un intelecto, talante y firmes ideales como los suyos pueda mantener la atención y no cansarse antes de terminar con el primer párrafo.

Ha supuesto tanto para mi vida su permanencia durante ya 6 años en el Gobierno de esta gran Nación que la raíz de mi agradecimiento ha transmutado de deseo a necesidad. Sus contribuciones en mi medra cultural, mi muda de carácter, la mejora de mi posición laboral y el nacimiento de una esperanza por un futuro mejor que tiene simientes en sus palabras y sus medidas, son loables, casi artísticas, tanto que no salimos los españoles de nuestro asombro. Han sido tantas las mejoras, señor Presidente, que no comprendo esas tentativas de agitar a los ciudadanos y ciudadanas propugnadas por los partidos de la oposición de forma tan contumaz y, a su vez, tan ruin, cuya única meta es desprestigiarle, vejarle y sacar a la luz intimidades que poco tienen que ver con su política tan justa. Usted acumula muchos enemigos señor Presidente, pero debería saber que no es porque usted lo esté haciendo mal, sino por envidia, rencor y ansias de poder de esos embusteros y sus vasallos periodistas. No sé si sabe usted que ayer se publicaron las fotos que usted se encargó de censurar, pero siempre hay ratas de cloaca al acecho de cualquier trocito de comida para encarnizarse y dejarlo todo patas arriba. Los vulgares periodistas que tenemos en este país, aburridos y ávidos de cualquier información superficial sobre la vida privada de un político, no solo las han publicado, sino que además han puesto verdes a sus hijas, comparándolas con la familia Monster o con viejas brujas de Europa del Este. Quiero tranquilizarle, señor Presidente, sus hijas no parecen extraídas de ninguna serie de televisión, ni mucho menos de la familia Monster, sin duda sus zapateritas no están tan blancurrias; tampoco parecen mujeres envejecidas de Bulgaria, se ve a la legua que son más jovenes, se lo aseguro Presidente. Me gustó mucho como van vestidas, muy a la moda y además a juego con la piel de Barak Obama y su bella esposa, que fue la única dama que no iba por completo con indumentaria funeraria. Que desfachatez de estas mujeres americanas, Presidente.

Quería darle la enhorabuena por el grupo de ministros que tiene a su cargo, por su elección que de seguro no ha sido motivada por intereses demagógicos, sino para que la política sea lo que tiene que ser, una alegoría de la vida real, y a mí eso me ha sido de gran ayuda, Presidente. No es que esté muy puesto en la política actual, tal es mi confianza depositada en su administración ¿Para que seguirla, si sé que lo va a hacer con maestría y ecuanimidad pasmosas? Esto quizás suene a machista, pero yo no soy machista, usted me ha hecho cambiar; antes sí que lo era, pensaba que todas las mujeres con algún cargo respetable, con estudios o guapas eran superiores a mí, pero ahora, gracias a sus ministras, he cambiado de opinión señor Presidente. Ahora me he dado cuenta de que existen mujeres que son irremediables inútiles, que desempeñan su trabajo de la forma más estúpida, que no saben hablar pese a ostentar cargos públicos, que lo único que quieren es llenarse los bolsillos a toda costa, que creen que la población son una panda de cenutrios que se tragan todas sus mentirijillas, que gobiernan con el mismo arte que los hombres y que son bajas y viles como súcubos sacados de las simas más soeces del infierno. Gracias, ahora ya sé que hay escoria indeseable de ambos sexos y que la selección de todo político, usted inclusive Sr. Presidente, no debe fundamentarse en el género o la capacidad, sino en facultades innatas como lo son la incompetencia, el carisma engañabobos, el ensartar retahílas de disparates sin despeinarse ni inmutarse y el torneo para comprobar quién es que da más latigazos al lenguaje en cuestión de minutos para luego irse a tomar un café con el de la oposición. Es decir, casi (casi por el cafecito) una alegoría de la vida real.

También es de agradecerle que me haya hecho más fuerte por mor de esta crisis que el Estado quiera se alargue tanto cuanto sea posible. Terminé mis estudios no mucho ha, y gracias a que somos uno de los países de Europa con mayor índice de parados estoy sin trabajo después de dedicarle muchos años de mi vida a finalizar una carrera. Al principio me agobié señor presidente, pero ahora ya comienzo a acostumbrarme y me estoy endureciendo, pero si eso se acabase tal vez esta labor de volverme un hombre de acero se quedaría incompleta. Le imploro que, por lo que más quiera, esta recesión y paro alarmantes perduren tanto cuanto esté en su mano. Hará de los españoles y españolas hombres y mujeres mejores y mejoras.

Como pedagogo quiero halagar el sistema educativo y como están lidiando contra viento y marea para combatir el fracaso escolar. Ustedes bien saben que el problema no radica en el sistema, que subyace en que los españoles somos todos unos palurdos y zafios que ya no servimos ni para la agricultura y la construcción porque ahora nos suplantan africanos y sudamericanos o de cualquier lado, yo que sé, hasta los chinos señor Presidente; nuestras especialidades más nobles son beber vino y cerveza, cantar flamenco, la fiesta y la parranda, los toros y las sevillanas, dormir siestas después de inflarnos a gazpacho para después ir al fútbol bien despiertos. El sistema educativo está perfecto , no es un tema perentorio como defienden muchos de sus rivales que no saben que invertarse ya para exprimir los votos, como ahora una loca de Madrid que tuvo la descabellada idea de darle autoridad a los profesores porque según ella los alumnos están ya desatados y las clases parecen una competición a ver quién gasta la broma más pesada al docente. Le prometo que no salgo de mi asombro, Presidente, lo que son capaces de hacer unos con tal de arrancar dos votos. Que estrategias más deleznables. No se preocupe por el sistema educativo, que le bajen los pantalones a un profesor o que estemos creando generaciones de incultos adictos al hachís o cuyos conocimientos de Física y Química se limiten a una serie de televisión no significa que no lo estemos haciendo bien, la culpa es de ellos que son todos unos borricos, y ya se sabe, que quien nace para borrico, del cielo le baja el aparejo. Además, que no sé para qué tanta exaltación, el tema de la educación no es apremiante presidente, hay cosas mucho más importantes en las que incidir, como el matrimonio homosexual, la ley del aborto, la corrupción (que por cierto, ustedes fueron y son y serán incapaces de cometer), las falacias de sus oponentes, las autonomías... y tantas cosas más presidente. El otro día escuché que sus hijas no asisten a la escuela pública, que van a Suiza, pero yo sé que se debe a causas sanitarias. El clima en España es muy malo, como el de Rusia; el protagonista de El idiota también se fue a Suiza por motivos de salud y salió muy reforzado de allí.

Su subida de impuestos, que ya es inminente, me parece muy acertada, estaba ya usted tardando señor Presidente, con los precios de todo aumentados ostensiblemente aprenderemos a ser más austeros, apretarnos el cinturón y a contemplar el mundo con los ojos del hombre que pasa hambre o que no puede tener todos sus caprichitos, igual hasta leemos más, aunque no sé si esto último sería muy aconsejable para los políticos señor Presidente. Creo que su estrategia de crear competencias entre las televisiones de color rojillo por el tema del fútbol es idónea para que no se lea más de lo que se hace. Al fin y al cabo leer es para las personas aburridas, con inquietudes casi sacrílegas y que tienen ganas de aprender y culturizarse, y eso no es típico español, Presidente, no podemos perder nuestra identidad exclusivamente cochinera y cateta.

Pues nada presidente, tan solo me queda alentarle a que continúe por la misma línea en que ha hecho durante todos sus años de mandato. Tranquilizarle por todas las injurias que se calumnian contra usted, y que usted siga a lo suyo, que haga su vida y que no se vea afectada por el trabajo, que no deja de ser un trabajo como otro cualquiera, honrado, humilde y con sueldo mediocre supongo.

Solícitamente,

Antonio Muñoz

P.D: Mal rayo les parta a usted y a toda la clase política y a sus prosélitos comemierda.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Fent les paus.

He estado ocioso, vago, a mi aire, pero nunca despreocupado por mi inactividad. No niego que la ociosidad puede ser provechosa si se le sabe sacar partido, es decir, moldear el tiempo carente de responsabilidades de modo que se produzca o se trabaje en algo. Las perspectivas e inventivas empresariales elevadas no son mi fuerte, pero no creo que sea la única vía para hacer algo de provecho, más bien al contrario, pienso que no estar ocioso es, por ejemplo, estar informado, por más inquina que se tenga a como está montada la sociedad y el mundo en general. Lo que no puedo es subsistir como una mascotilla dócil y plañidera, que es como definiría este último mes. Me levanto a las 9:00, leo, escribo o simplemente pierdo mi tiempo; me duermo una siesta después de comer, mato las horas, me muevo de aquí para allá, con parsimonia; ceno, leo y a la cama a la 1:00. Mis meditaciones trascendentales las realizo en cualquier momento tumbado en la cama, abrazándome a la almohada, con los ojos cerrados y la ventana entreabierta, a veces me duermo, otras no, simplemente inspecciono con lupa cualquier asunto de mi vida, me encarnizo y me compadezco y fatigo por mis numerosos errores, no sin cierto deleite. Esto, evidentemente, no puede continuar así. Para empezar, debería encontrar un trabajo, lo cual no depende de mí, sino de unos mastuerzos que esperan hasta el último instante manteniéndome en vilo y luego rechazan mi solicitud; eso sí, con pulcra deferencia. Entretanto, yo continúo pudriéndome y lamentándome, ya por hábito, debido a las negativas de esas sabandijas con sus futuros ya construidos e indestructibles, indispuestos a recortar un poco de sus beneficios totales y netos de esa solidaria Fundación con nombre de santo o de prócer en el mundo del trabajo social. Estoy hastiado ya de lloriqueos y ya vale, más que pena, viendo por donde han ido los últimos escritos de este blog, me siento ridículo, pero no voy a borrarlos, tan solo: "A otra cosa mariposa"

Hace ya algunos años leía dos diarios a diario de ideologías opuestas, ahora he considerado pertinente volver a mis viejas costumbres, cuando tenía ciertas inquietudes por lo que sucedía en mi entorno. Los periódicos se contradecían con mucha frecuencia, de hecho, parecía que la noticia por su forma de redacción fuese una discrepancia, se saltaban algunos detalles y datos incoherentes a sus convicciones y cada cual se arrimaba el ascua a su sardina. Resulta irrisorio porque las informaciones vienen dadas con una prosa muy hermética, rígida, como si no hubiera otra forma de contarlo que esa misma que expone el periódico, porque es la objetiva. Evidentemente no es que sean fieles a la realidad, si no que la interpretan, a veces en extremo. En las facultades de periodismo enseñan a escribir pero dejan de lado la ética periodística. Me resultaba hilarante a veces, iba a la Universidad y la gente me observaba extrañada, debían pensar que reírse por una noticia de política es de locos. Tenía la ventaja de que solo me conocían de vista, tal vez para ellos estaba un poco chalado, un tío raro por decirlo paladinamente, y poco interesante además ¿Acaso debía importarme? En absoluto, ellos veían Los Serrano, Gran Hermano asaberqueedición y leían revistas de moda, les encantaba el deporte y Memorias de una Geisha, no les gustaba Rousseau, ni Herbart, ni Giner de los Ríos, llamaban a uno de los dos mejores profesores que jamás he tenido, el inigualable Toni Colom, machista (adjetivo polivalente para tantos comentarios sexuales) y retrógrado por transgredir sin contemplaciones. No me importaba demasiado lo que pudieran opinar de mí, si es que llegaron a valorarme. Ahora bien, creo y espero que con la carrera hayan adquirido un poquito de reconocimiento o recogido algún fruto, porque yo de momento no estoy sacando gran cosa, de hecho de la carrera propiamente dicha no he obtenido nada. Al contrario, me ha costado los billetes. No se para de pagar cuando se termina; no, pensar eso sería de ilusos, luego te piden fotocopias compulsadas del título por todas partes, y es un requisito para que te acepten o valoren en la empresa en cuestión. Se pueden obtener mediante notario y Universidad. 12 euros en la facultad, en el primero he preferido no probar. Luego, para poder trabajar aquí, te suelen exigir el catalán C, el cual obtuve ahora hace dos semanas. El certificado cuesta dinero, tan solo el ir a recogerlo. Hay que reciclar el catalán para humanidades, es decir, hacer unos cursillos para poder trabajar en educación y abrirse un par de puertas. Más desembolso. El catalán me parece una lengua perfecta, muy bien estructurada, compleja y con gracia, pero mi bolsillo no piensa igual que yo, él cree que es cara y dice: Para haber nacido aquí y llevar toda tu vida aquí, este atraco sin ton ni son por derecho a emplear una lengua me resulta indignante. El castellano me ha salido gratis, curioso, en Mallorca en pocos sitios exigen saber hablar castellano, aunque hay oriundos de varias generaciones mallorquinas (más bien del centro de la isla) que lo hablan mucho peor que yo el catalán o que ni saben hablarlo (y esto lo vi en una chica hace unos cinco años, estudiante de periodismo), siendo igualmente una lengua oficial de las islas y, en teoría, equitativas. Así que voy a contribuir algo al castellano, ya que desde nuestro gobierno están arrumbándolo un poquito, eso sí, con más bien poca discreción. Los diarios que me compre serán de tirada nacional, si puede ser con sede o editados en Madrid, nada de Barcelona. Ah no, no, mi bolsillo alega que ya les pago suficiente, después profiere un improperio en catalán que me abstendré de escribir.

Sé que algo tan absurdo como la lengua que se habla o se deja de hablar va a ser uno los temas principales que me voy a encontrar en esta mi reconciliada andadura con el periodismo. El bilingüismo es rabiosa actualidad y, por lo demás, un tema que me entretiene y me da que pensar, todo desde una perspectiva educativa, pero en la medida de lo posible intentaré que no me empañen ideas pasionales o partidistas que son las que me puedo encontrar en "El país" o "El Mundo", los dos afortunados. Ciertamente, yo me sitúo como el mallorquín medio con respecto a la enseñanza en catalán: dejándoles hacer. Esto es muy común, en Mallorca se deja hacer, nos da un poco igual todo, aunque sepamos que quizás se esté cometiendo un disparate dando todas las asignaturas en catalán excepto el castellano. Han intentado transmitirnos su espíritu de lucha por la lengua desde Cataluña, pero no han conseguido más que embobar a cuatro politicuchos que obtienen beneficios y a pequeños sectores de la población liderados por gregarios atontados cuyo único fin es agarrarse a cualquier idea. Hay mucha sinrazón en el modo en que está planteado el bilingüismo, precisamente porque está bajo las directrices del rencor, es vengativo el método que se está aplicando, castigando y martirizando a una lengua en beneficio de la otra, cuando las lenguas no son más que meras espectadoras y probablemente se rían al contemplar como no se exprime el privilegio de vivir en una sociedad donde ambas podrían convivir en armonía. Los argumentos son muchos, las verdaderas razones pocas. Televisión, miedo a que se extinga la lengua y chuminadas por el estilo. Cualquier catalanista o defensor acérrimo de la lengua catalana me diría "Doncs si no t´agrada, ja t´en pots anar, espanyolito" y yo le contestaría "No és que no m´agradi, a jo realment el que em fot és que em faceu pagar per la llengua, i afegeixo, com he nascut aquí, ja em pots considerar tan espanyolito com tu, cantamañanas". O simplemente se reiría socarronamente alegando que todos los fascistas decimos lo mismo, que somos hombres de primitivos... bueno un par de adjetivos despectivos que me hacen quedar como un salvaje despiadado; él se lava las manos y se acabó porque los políticos están de su parte y tan panchos. Pero bueno, no quería hablar de bilingüismo, es que mañana voy a Palma a apuntarme a esos cursos de reciclaje y ya tengo los 100 euros preparados, todo ha salido un poco así de sopetón.

A lo que iba, voy a preparar una carpetilla, incluso, donde voy a ir acumulando recortes de periódicos, es algo que nunca he hecho y que me hace hasta ilusión, en cierto modo las noticias son indicadores de nuestros días, y nunca va mal recordarlas en un futuro, poder ver las impresiones que las acompañen, tanto del periodista como mías, y de aquí a unos años humedecer una palabra con una lagrimilla de nostalgia, o tal vez una de risa. Ya se verá.

lunes, 21 de septiembre de 2009

La hora que sea de la fecha que sea.

Hace tiempo leí "El mito de Sísifo". Albert Camus escribe: "Como todos los hombres sanos han pensado en su propio suicidio, se podrá reconocer, sin más explicaciones, que hay un vínculo directo entre este sentimiento y la aspiración a la nada". Es un consuelo saber que soy un hombre sano, aunque tampoco deja de ser una opinión, no creo que esté sustentado por ningún tipo de estudio o recopilación de datos. Además, esa afirmación no niega esta que escribo yo "Algunos hombres insanos han pensado, también, en su propio suicido y, es más, muchos lo han materializado con éxito" Esto ya es más descorazonador. En todo caso ¿Qué se considera un hombre mentalmente sano? Supongamos que es aquel que no vive de arrebatos, es estable y adaptado a la norma basándonos en su comportamiento e ideas; en consecuencia es el gran grupo normativo -la mayoría y en esa mayoría destacaría las facultades de ciencias de la mente, también el poder legislativo y el mundo laboral- el que establece los criterios para considerar a este o tal otro como sano o insano. Evidentemente si un hombre considerado como sano piensa en su propio suicidio no es que exista un elemento fallido en su lozanía mental, más bien diría que es un pensamiento controvertido. El vínculo a que alega Camus entre el sentimiento de suicidio y la aspiración a la nada lo considero, en todo punto, un dardo clavado de pleno sobre el blanco la diana.

Hay noches en que comienzo a dar muchas vueltas a etapas de mi vida, o sobre aspectos presentes y del porvenir. No hay nada tan duro como mis reflexiones del pasado. De hecho, no creo que ni tan siquiera esté preparado para realizar un análisis profundo, ni tan solo por medio de la escritura. Sería demasiado arriesgado y cuando comienzo a reconcomerme por esos caminos de retroceso, me doy cuenta de que realmente hubiese vivido como sin aspirar a nada. Los pensamientos de suicidio aparecen de forma involuntaria, son un relampagueo. Anoche, sin ir más lejos, estuve como una hora durante la cual no lograba reconciliar el sueño. No sé porqué razón había comenzado a recapitular en épocas de adolescencia y sentía, como pleno resultado de esos años, que no se es más ahora que una figurita esculpida por el niñato que se fue entonces. De súbito vino el relampagueo, una soga en la que me cuelgo, sale de la nada, repentino, no es algo que se pueda controlar, simplemente resplandece con un aura demoníaca. Luego intento deshecharla lo antes posible, los suicidas me parecen más que plañideros, lamentables. No me gusta en absoluto la idea del suicido, pero considero que es perentorio en el caso de irrumpa de un modo tan fugaz, incontrolado y se anteponga a la línea en que están yendo los pensamientos. Con el tiempo, cuando estoy meditando sobre cualquier tema, las palabras van brotando con una fluidez pasmosa, con calidad y orden, surgen buenas cuestiones y mejores respuestas, pero solo en los pensamientos, no mediante la escritura. De hecho mi escritura es mediocre comparada a mis pensamientos, modestia a parte. Otrora éstos eran de unas características más ilustrativas pero menos abstractas, más basados sobre los acontecimientos del propio día. Ahora eso parece que haya mutado, todo reviste un aire más utópico, de deseos. Se confeccionan quimeras intachables, uno se hace una ilusión, pero todo se derrumba cuando, por ejemplo, a través de tantas palabras hilvanadas una tras otra se llega a épocas donde ni me percaté de la vacuidad en que estaba viviendo y la indiferencia que mostraba por llegar a mejorar mi situación. Pensar sobre mi pasado es doloroso, casi perjudicial. Ahora sí he aprendido que debo actuar en consecuencia, que nada de lo que quiero me lo van a regalar, pero es entonces cuando surge la soguilla. Lo recuerdo a la perfección, estaba pensando algo así: "Eso de no haber vivido ninguna historia de amor en la adolescencia - y me pongo romántico - ningún paseo en el parque durante el otoño bajo un paraguas agarrado a su cintura -una chica cualquiera y simultáneamente a las palabras me lo voy dibujando- mientras finas gotas caen sobre la tersa tela haciendo ese sonido como de bolitas de aire que explotan, o por ejemplo, haber estado tumbado a la fresca brisita bajo las estrellas disfrutando de un largo silencio mientras contemplamos constelaciones, completos ignorantes de los nombres que le han puesto, pero ella acentúa el momento con su voz para darle una forma a aquellas que están ahora justo sobre el faro, escribirle una poesía, sentir una verdadera prosa ¿A qué se deberá todo esto? -aquí comienzo a ensañarme sobre mi físico y mi caracter- ayy que asco" Se precipita la soguilla, entonces se barrunta sobre el suicidio y el porqué de esa idea, viene un momento bajo, hasta el punto de pensar que si no fuese tan frívolo, lloraría. Justo antes estaba evaluando circunstancias que acaecen en mi ecosistema actual y sobre el cómo encararlas; estaba medianamente esperanzado de que la vida continue tal y como está ahora con un rumbo algo más alentador, mejorar en aspectos ligeramente, seguir escalando, pero siempre aparece ese pasado tan jodido, es como si hubiera una dependencia total, cuesta no llegar hasta él, es difícil, parece la respuesta a todas las preguntas y hasta llega uno a odiarlo, es demasiado reciente. Si ahora no trabajo para que no suceda, siempre voy a estar creando relaciones de dependencia con tiempos que ya no existen. No es más que experiencia, una experiencia que me ha hecho llegar a esta conclusión: a la mierda con las ideas suicidas, si entre la vida y yo me hemos jodido parte de mi vida, pienso alargarme aquí tanto cuanto sea posible para demostrarme algo, y para demostrárselo a la vida también.

Llevo como media hora con todos estos pensamientos del pretérito, me tengo que levantar a fumarme un cigarrillo por que realmente me arredran. Puedo prescindir del cigarrillo y darme un paseo por ejemplo, tal vez es un poco tarde. Cuando vuelvo a la cama decido no utilizar las palabras como medio, o ser mucho más escueto. Recurro al método para dormir que empleaba en la adolescencia, pensar sobre las imágenes más que sobre las palabras y sobre asuntos de una banalidad absoluta. Pienso que si fumase porros o fuese alcohólico todo sería más fácil. Pero está visto que a mí no me gustan las cosas fáciles. Y hacerse un hombre en el concepto de hombre que tengo yo (moral, reflexivo y humilde por condensarlo en tres palabras. En una: sano) es también algo que puede llegar a ser muy largo, extenuante y complicado. Toca proseguir y no rendirse.

martes, 15 de septiembre de 2009

Ardores.

Siento como una especie de náusea y el caso es que no me he vuelto un existencialista. O eso creo, juzgarse a uno mismo y encuadrarse dentro de tal u otra definición es harto complejo. Noto como la comida que con tanto afecto plantó mi padre en su parcelita se me indigesta, pese a ser de primera calidad y de materias primas inmejorables. Los dedos están como entumecidos y escribir este texto me resulta laborioso. La cabeza me da vueltas y estoy sumido en una especie de trance donde ideas ridículas y torpes se suceden por mi mollera como rayos crueles, para recordarme cuan estulto puedo llegar a ser. Mi humor: irascible. Me fumo un cigarro, a ver si amaina toda esta tempestad. Pero recurrir a métodos o terapias de dudosa fiabilidad es demasiado arriesgado, y por lo demás, incurrir en errores. Esto no disminuye. Busco causas, hallo respuestas ¿Quién me manda a mí ver los noticiarios?

Zapatero ha anunciado una subida de impuestos. Los otros se oponen haciendo su trabajo. Zapatero responde que son unos insolidarios. Cambio de canal porque ya me he puesto malo. Creo que hacía años que no tenía un arrebato furibundo de tales dimensiones. Este país de zopencos idealistas, este país fragmentado, este país hazmerreír, este país de borricos, este país de flamenco y parranda... me tiene hasta los cojones. Uno intenta hacer su vida y de pronto me sale el omnipotente líder diciendo la mayor perogrullada. A saber, que los del PP son unos insolidarios. Dios, esto es completamente circense.

No voy a poner hecho un guiñapo a Rajoy, eso es algo que consigue él por sí solo, la verdad, más bien que conseguir ponerse hecho un guiñapo lo que hace es pasar desapercibido. Yo también soy de esos, o se intenta, pero coño, pues por lo mismo no me meto en política. Una subida de impuestos, que cosa más bonita y altruista. Nunca antes había visto una persona con unas inquietudes tan humanitarias y filántropas. Creo que el presidente puede aspirar a algún Premio Nobel, el que sea, pero que le den un premio, se lo merece. Todavía está indeciso sobre la cuestión de los impuestos que va a subir, pero todos sabemos que serán unos impuestos que solo afectarán a las clases altas y que por supuesto estas se van a impregnar de tanta solidaridad y no aumentarán precios ni reducirán gastos mediante nóminas o calidades. Y él, podrá hacer una repartición justa entre toda nuestra sagrada población, podrá, podrá... sí, él va a ser tan ecuánime que comenzará a dar ayudas a malsava a los menesterosos y estos se abrirán camino en la vida, porque esto es una medida para el porvenir ¡Nada del presente, hombre, a largo plazo también, o qué se pensaban éstos! También los políticos podrán mejorar sus retribuciones mensuales, en la casa de la señorita Pajín solo entran 30.000 míseros euros al mes recaudados entre tres y, hombre, un político necesita motivaciones pecuniarias, si no va el país como va. Ains, que bien nos va a venir la subida de impuestos. Sí señor, esto pinta bien. El sistema impositivo, en efecto ¡Es algo tan progresista! Pero entiéndase progresista como que pertenece al grupo que se apoda como tal, no la palabra progresista en su sentido estricto. Aunque también, qué leches, también. Si solo se hacía desde la edad media, ahora lo que hemos ha sido progresar en los impuestos y tenemos más y mejores, hombre. Que esto es algo necesario, que sin esto las obras públicas se irían al garete, que la inversión... PUAJ.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

En busca de una cerrajera.

Primavera 2005. Época calenturienta y de disipación. Jueves por la tarde. Temperatura media. Entrada lateral a la facultad de psicología y ciencias de la educación. He salido a fumar un cigarrillo durante el descanso.

<<¿Te puedes creer que el tío llevaba ya ocho años en la carrera y que me hizo dos páginas para un trabajo final de curso? Es que a ver, pero no puedes espabilarte o qué... ocho años... tendría que saber que si yo hago dos páginas queda un trabajo de final de curso de cuatro páginas. Y nada, pues tuve que hacerlo yo todo.>> Mierda, yo voy por el mismo camino. "Hay gente pa todo" Qué bien me ha quedado esa frase. Me gusta como se está fumando el cigarrillo, es sexi. Yo si quieres te regalo la luna. Piensa piensa. Irradia energía, eso es, como si pudieras sentir la sangre correr por tus venas, la siento, que cosquilleo. Aummmm, dime algo, dime algo. Nada ahí está con su cigarrillo. Odio estos silencios, que guapa que eres lalala ¿Cómo debe besar? Seguro que besa bien, tiene los dientes inferiores un poco amarillentos, pero me gusta su piel tan blanca. Un poco demasiado delgada tal vez, joder, no me vengas con exigencias. Le pondría una curse, y que poquito a poquito se quedase colgada por mí, que guapa es joder, mira que carita más guapa, ains. Me gustan estos atardeceres, tío no cojas así el cigarro, pareces idiota ¿cómo le llamaba mi colega? Fumador espacial, no tiene mucho sentido ciertamente. <<¿Vienes a tomar un café?>> COÑO "No, yo me voy mejor a clase" Acaba de invitarme a tomar un café, y es que no me lo creo, es guapísima, voy a aceptar. Mierda. Si ya le he dicho que no, siempre se me adelanta el instinto ¿No podría haber una prórroga antes de contestar? Me hubiese ayudado bastante. Bah, ya se va. "Hasta ahora". Hmmm, está buena y es simpática, le bailaría el agua ¡Mientes pusilánime! Si la admirases lo más mínimo estarías ahora mismo yendo al bar con ella. Joder a veces es que eres un inepto. Bueno, con las mujeres lo eres SIEMPRE. Calla, desgraciado. Puaj, mira que me pone malo la primavera, parece que no lleven más que minifaldas, o es que yo veo visiones, mira esa... vaya piernas. DIOS QUÉ PIERNAS. Cómo puede ir enseñando esas putas piernas de Diosa. Voy a seguirla, todavía faltan un par de minutos. Tira el cigarro, ahí queda la colilla, les da asco ver tíos fumarse la colilla. Saca las llaves, que parezca que vas a un coche, ahí. Hmmm que contoneo de nalgas, para morirse. Guarda las llaves, pareces un hortera made in spain, solo te falta la gorrilla roja de Cruzcampo, las gafas de sol de mosquito y la riñonera. Ay, si se agacha es que me da aquí mismo un patatús. Aparta la mirada, esa también es guapa y no puede verte mirando las piernas de una tía así como lo estás haciendo. Vale, ya cruzó, las posibilidades de que se gire para mirarme se reducen a que haga algún sonido que la alerte. Pues entonces giro la cara, muy bien, así. Buen culo. Bueno a lo nuestro o me va a dar tortícolis. A las piernas de la otra. Eso es delante-izquierda, detrás-derecha, delante-izquierda, detrás-derecha. Bah, ya llega al coche. Me gustaría verla salir en vez de entrar, es que me encanta ver unas buenas piernas salir de un coche. Dios, a veces creo que soy un poco superficial. Me voy a clase, voy a meterme por esa puerta, o no, por esa no, que estará la otra tomando el café, que bochorno, me meto por la otra de más lejos hehehehe que listo soy a veces. Esta noche tengo raid, menos mal que mañana es viernes, toca viciada de las buenas. Mira esa, pfff tiene la pinta un poco de enferma, pero algo se podría hacer. Oh oh, esa mejor, hmmm, que cara más dulce ¿Le habrán dicho alguna vez que tiene cara de ángel? Qué poco original soy a veces, estará harta de oírlo. Estaría bueno ir ahí y decirle que tiene cara de ángel, a saber como responde. A lo mejor hasta me da un beso. Hahahahaha qué idiota soy. Dios tenía que haberle dicho que sí, uepa mira esa, que no me entere yo que ese culito pasa hambre. Ahora estaría allí con ella tomando mi cafecito e intimando, sería buena cosa. Me encanta su pelo liso color caoba, y esa trencita que lleva a un lado. Voy a sentarme, que asco ahora tengo aguantar a esta profesora soporífera y marimacho, que tiene más mala leche que un cura seco. Creo que con el casco revestiría a mi muerta con unos tintes tétricos de la ostia. Todavía no ha vuelto, estará tomándose el café, a lo mejor ha encontrado a un colega y se ha quedado ahí de cháchara ¿Se habrá vendido el mineral que puse en la casa de subastas? Me iría de perlas para el encantamiento ese. Venga tío, que acabas de rechazar una invitación a un café, podría haber sido la ocasión de tu vida, igual la conoces más a fondo, entonáis bien, te da un beso, pillas un condón del baño y lo haces en el aparcamiento ese donde vas siempre a sobar. Oh oh, sí, y podríamos ir... o no, mejor en frente del faro, hmmm, un paseíto romántico por la playa de esos que nunca has disfrutado. Ay que romántico soy, creo que estoy enamorado. Vaya melones tiene esa de delante hehe. A lo mejor es que quiere algo, a lo mejor si el otro día se sacó sin ton ni son el tema del trastorno de Asperger y te explicó con pelo y señales que eso era una psicopatología que provoca la incapacidad para percibir el sentido del lenguaje gestual, que los afectados carecen de toda empatía y justamente dijo lo de ligar es que te estaba lanzando una indirecta, joder se me quedó bien aprendida la lección, a lo mejor si fue ella quien comenzó a hablarte y a entablar un contacto algo más estrecho que el saludo y la despedida es que le interesabas, a lo mejor si se sienta siempre a tu lado es porque le caes bien, a lo mejor es que si te ha invitado a un café es porque realmente quiere dar un pasito. Creo que debía haber aceptado. Aunque también soy un adefesio y tengo poco que ofrecer. Bueno, si me lo pregunta otra vez le diré que sí ¿La chica de delante no podría subirse un poco el patalón? Le estoy viendo medio culo. Oye, mira, ese ni se inmuta, voy a fijarme a ver si la mira. Coño, si ya ha empezado la clase, pues ni eché cuentas, así es la profesora, menuda mierda de profesora, zorra apruébame ya de una puta vez, no te cayera una bomba. Haha que buena la paliza que le metí a ese guerrero, ni me tocó, es que mi bruja es la ostia, otra vez se me va. Voy a fijarme en el tío, no es posible que no mire ese tanga que parece quererse escapar de los cachetes, pero míralo que no le dirige el ojo, fijo que tiene novia, debe estar bien eso de tener novia, te ahorrarías ponerte malo cada vez que ves un cacho de carne femenina. Voy a taparme los ojos con la mano, agacho un poco la cabeza, si no veo unos ojos, ningunos ojos ven mis ojos, así, disimulando, ohhh sí, ese culo, ohhh dios mío, dios mío, está rellenita, es perfecta, dioossssss. Es pecado no mirar. Qué raro que no vuelva ¿Pillo apuntes? Para qué, no hace más que dictar, luego ya se los pido a alguien y los fotocopio, aunque tampoco tienes cojones luego de pedirlos, te entra ese miedo al rechazo hasta por los apuntes. Oye tú, no puede ser que los putos pícaros estén tan jodidamente over. Es que ni tocarlos, que no hay manera, que no se sale del aturdir. Bueno ¡PLAM! Your shadowbolt deals 2000 damage. Toma cabrón. Y con corrupción, maldición de agonía y siphon life, puaf y la pet. Dios. Ya vuelve. Mierda, debí haber aceptado. Mírale a los ojos, gírate y mírale a los ojos y sonríe ¿No hay huevos eh? Hahahaha. La próxima vez ni se te sienta al lado, ya no podrás oler el perfume de su pelo. Te lo mereces. Esta noche a ver si me pillo el casco, shadow bolt 2000 damage, over, yeah, me pro you sux lol.

En efecto, no se sentó más a mi lado y nos distanciamos de golpe hasta llegar a ese hola y adiós protocolario, pero eso ya poco importa.

La timidez no es uno de los rasgos más característicos de mi personalidad. Es una timidez parcial, dependen muchos factores. Entonces seré fáctico: no creo que padezca trastorno de Asperger ni mucho menos, aunque confieso que a veces me cuesta darme cuenta de las cosas, en el caso de flirteo no es así. Supongamos que una chica se interesa por mí, entonces mi capacidad de empatía se dispara, me avisa, me alerta y de inmediato sale una respuesta que puede ser hasta indecorosa. Pero hasta el momento todo había marchado bien. Esa es uno de las variables que ejercen tan gran influjo sobre la aparición de mis reservas, otra sería hablar en público por ejemplo. Basándome en eso, no creo que la timidez esté siempre como directora. Sé perfectamente como funciono en ese aspecto, con las mujeres que están ocupadas, puesto que les atribuyo el título de territorio vedado, la confianza surge como algo espontáneo, rápido y fácil; con las que están libres me cuesta un poco más, deben dar ellas el primer paso y muchas veces la impresión es tan pobre que desisten de intentar acercarse un poco más a mi interior, si una vez que se ha producido cierto acercamiento detecto cualquier clase de intención amorosa por parte de ella, rehuyo aunque sienta la atracción más obsesiva y sea mi prurito del momento. Con las que tienen pareja y la dejan cuando todavía mantengo un contacto con ellas no lo sé, pero deduzco que me pasará como con las que no tenían ¿Causas? Inseguridad, originada por un incontenible miedo a padecer la propia inseguridad, a su vez generado por el miedo a no ser tan placentero como debiera. Primero irían ellas, luego yo, esto es así, si recibes y no das ¿Dónde está la gracia? Cómprate un aparato y alíviate en la soledad. No hay razón para creer que se pueda ofrecer un verdadero momento de fruición sexual una primera vez a una persona determinada, cada cual es diferente. Esta carencia de seguridad he observado que se atenúa justo cuando una chica en cuestión tiene un defecto a la vista. No me valen las chicas con cuerpo 10, muy monas de cara, con el pelo muy bien cuidado y, en definitiva, de lindas formas y configuraciones, tan lindas que me gustan como a todo el mundo pero cuyas características físicas no son más que una barrera, me hacen perder mucha confianza, al menos para una relación efímera es siempre una derrota, no saco ningún tema colación que sea interesante, mi mente está bloqueada, aunque sí que soy capaz de escuchar. Por lo tanto, se trata de algo inherente a mí, me convenzo a cada hora de que todo esto es un rasgo inmutable. Tampoco es que sea algo de lo que me pueda fiar, aunque siempre vaya bien como consuelo "Es que mi naturaleza es así" Luego te das cuenta, no es como tener los ojos marrones: no crees que puedas dar la talla con ninguna mujer. Lo miras fríamente: no tengo nada, no soy independiente, no soy guapo, no soy ningún cerebrito, al contrario, soy excéntrico, retraído, y según el EPQR (test psicológico con baremos psicótico-neurótico, si no recuerdo mal) luzco altos niveles de psicoticismo. Soy del montón, un garbanzo más en este potaje, y a veces incluso piensas que te gustaría ser un garbanzo podrido, para al menos ser distinto, destacar aunque sea por dar mal sabor ¿Y esto, podría mutar? Sí, para ello existe una dependencia de que haya una de esas mujeres dispuesta a abrir la caja de pandora. Complicado, hay demasiados hombres a disposición como para perder un par de meses con este trabajo de moros de resultado incierto. En efecto, toda esta volatilidad de auto concepto se estabilizaría positivamente con una mujer, o puedo seguir con estas batallitas toda mi vida y al final verme con 50 tacos más solo que la una. Pero antes de irme más por las ramas, voy a reconstruir esto un poco.

Las relaciones sentimentales cibernéticas no es algo que desapruebe, más bien al contrario, tanto ha cambiado el modelo de interacción social que rechazarlas o criticarlas sería absolutamente anacrónico y, voy más allá, ridículo. Si bien yo no conozco personalmente a nadie al que le haya resultado algo fructífero, sin duda son otro camino, en parte porque no hay esas barreras y tiranteces del contacto directo, se conoce primero la mente, después el cuerpo, así eliminamos muchas inseguridades o las malas impresiones, o simplemente sale así porque sale así y eres el tío más seguro del mundo y entre vosotros estabais abocados a esa simbiosis afectiva; y sin este medio hubiera sido inviable que vuestra realidad fuera como es ahora; y vuestro sino era encontraros, era solo cuestión de tiempo, el espacio no existe ya; y tuvo piedad el dios de las comunicaciones, os ofreció su mano; y os encontrasteis en este paraíso de letras y números y sois la pareja más feliz del mundo. En parte, se le ha dado la vuelta a la tortilla ¿Cuántas veces no se ha oído a alguien decir "A mi la primera impresión" o "Si me entra por los ojos, si no ya puede ser la mejor persona del mundo"? Una foto o una web cam pueden dar una imagen equivocada, a no ser que se practique el cybersexo, técnica que yo todavía no he saboreado, pero que algo bueno tendrá cuando tanta gente hay que lo disfruta. Bueno, no estoy haciendo ningún descubrimiento, tan solo quería exponer sucintamente que las relaciones amorosas vía internet o cualquier otro medio análogo son relativamente fiables, o por lo menos algo que yo tolero. Tampoco significa que no haya diversas circunstancias que puedan desembocar en delirantes situaciones y luego en oprobiosas consecuencias.

Estaba por el punto en comencé a responder por el foro a los mensajes que enviaba una chica muy guapa. Presa de la desesperación, era consciente de mi adicción, indesechable por cuenta propia, de entonces y pensaba que tan solo una mujer sería capaz de sacarme del atolladero. A ella me aferré. Cuando estábamos en un grupo de 30 personas matando jefes, en esos intérvalos en que hay un tío que falta por motivos de inodoro, nutrición o recado, entraba en el foro y miraba esa fotillo. Era muy guapa. Tenía esas bolsitas debajo de los ojos, una sonrisa discreta, una nariz graciosa. Me estaba comenzando a atraer de verdad e invadía mi mente ya. Me despertaba a ver si había escrito algo para contestarle, al principio es que me divertía escribiendo, y siempre era yo el primero que enviaba algún mensaje con matices ingeniosos y divertidos. El carácter no me pareció gran cosa, demasiado presuntuosa, le gustaba presumir de boquilla. Ahora me repelen ese tipo de personas. Fue subiendo un poco el grado de intimidad, sin embargo, al tratarse de unos foros públicos y puesto que yo no me atrevía a empezar una cadena de mensajes privados, todo era leído por los miembros del clan y yo me moderaba. En algún mensaje dejó caer que le gustaría venir a la isla a conocerme en persona, que ya lo había hecho con otra gente y que si había alguna quedada del clan para cenar o salir de marcha ella tal vez se apuntaría. La esperanza tomó unas dimensiones apoteósicas y me planteé seriamente ir hasta Madrid por si eso sucedía. Estaba obsesionándome: me puse a dieta y me inscribí en el gimnasio (por suerte se ha fijado como hábito). Todo marchaba bien. Ella entraba muy a menudo por los foros y dejaba un mensaje bastante soso y ahí tenía su respuesta casi inmediata. Una vez, el guild master comentó que le gustaba mucho un tatuaje tribal que ostentaba debajo de su ombligo. Ella cogió su firma y la redujo para que no se viera porque le daba vergüenza. Después de un mensaje mío, puso una foto enorme donde se le veía a la perfección, y para colmo suelta que tiene otro que no se ve pero que no va a decir donde está. Escribo un mensaje mediante el cual llego a un razonamiento lógico: si no dice dónde está es porqué se halla en sus partes más íntimas (es decir, la vagina y sus contornos), puesto que de lo contrario no tenía sentido que lo ocultase, las mujeres llevan tanga y hacen topless. Pero doy un paso más y so pretexto de que le mostré ese mensaje a un amigo mío me invento una conversación con un colega donde llega a la conclusión de que es una guarrilla por ir diciendo eso en un foro público en plan calientapollas. Comenzó a llamarme pajillero y no sé que otras historias. Todo esto es muy importante, especialmente por el nombre y la procedencia del colega que escogí como chivo expiatorio. Una coincidencia casi sobrenatural. Otro día continuaré.

Nota: ¿Por qué no me dejará esto poner comillas latinas y tengo que usar esta inglesada ""?



lunes, 31 de agosto de 2009

Sabor a miel 2.

Es sentir que realmente la vida carece de importancia y que el futuro ya vendrá como tenga que venir. No se cogita, no se actúa, no se reacciona, uno se deja llevar por las relajantes brisas y las bravías tempestades como una pluma a la deriva, hasta que se cae al proceloso mar y no sabe si será capaz de volver a alzar ni un indolente vuelo y tomar las riendas de su muda vida. Y así, cuando te hundes en las aguas oscuras, cuando una furiosa ola te arrastra a océanos desoladores en los cuales no se atisba la tranquilizadora tierra ni hay perspectivas ni ilusión por hacerlo, la perspicaz pereza pasa a ser tu cómplice, y te protege de los dolorosos e inagotables remordimientos, ya solo buscas la tranquilidad del infinito, un poco de agua serena, donde poder desprenderte de los últimos vestigios de la eterna pugna entre tus ya secuestradas inquietudes por hallar la felicidad, donde vence la rígida indiferencia, para consolarte de tu consumado fracaso, para recluirlo en alguna celda macabra de tu memoria. Se relega a la responsabilidad de su cargo, y se la sustituye por un nuevo monarca mucho más benévolo, pero que luego te dejará su daga envenenada cuyo único antídoto se llama tiempo y que por más que empeñes en fulminar con métodos alternativos o establecidos, no lograrás que se diluya y difumine y desvanezca por arte de birbiloque, pues solo se paliará; te mofas de tu propio patetismo, te afliges por tu situación desesperada, por la soledad de tu espíritu y por ser incapaz de exteriorizar tu angustia enfermiza, esto último se conoce por orgullo masculino, aunque habría que buscarle un adjetivo peyorativo por pareja ¡Pero hubo momentos en que te hubiera ayudado! Solo hay que saber cuando echar mano de él. Las ansias de mejora se han disipado, tu existencia comienza a dar un poco igual, pues realmente tú no eres parte de ella, eres una marioneta de tu propia adicción, un puro y vacío cacho de carne con un emprobrecido fuero interno, y has encontrado compasión allá donde realmente no hay más que tristes almas en tu misma situación, tal vez menos acentuada, pero que por su misma terquedad se encierran entre barrotes policromados de pixels y voces eléctricas. Así creo que me sentía más o menos: impertérrito.

Las relaciones sociales cibernéticas fueron, sin duda, lo que más me aproximó a que se convirtiera en un auténtico vicio. Realmente, cuando no había nadie, me quedaba esperándolos haciendo una actividad beneficiosa para mi muñequito. A parte de la persona en que la profundizaré más adelante, en próximos escritos, la automatización del juego influyó en que se me comenzara a hacer algo monótono. Pero siempre hay vías para estimularte a seguir jugando. Esto es así, los programadores lo hacen así. Cada cierto tiempo, un tiempo incierto y dependiente de las peticiones de los jugadores, van añadiendo algún tipo nuevo de implementación para las vestimentas de tu personaje. Y eso, atrae mucho. No era exclusivamente la parte más pragmática por así decirlo, sino que también la apariencia que adoptaba mi muerta viviente cuando le ataviaba un nuevo casco, un nuevo bastón o unas nuevas hombreras me hacían sentir un poco mejor. La adoraba. Muchas veces me quedaba ensimismado devorando con mis ojos el precioso y siniestro modelo que ostentaba, daba vueltas a la cámara, la miraba por detrás, por delante, y parecía que estaba viendo una obra de arte, una obra de arte de la cual yo había sido partícipe, al menos en su construcción. Para que se vea el alcance de esta memez, alguna vez llegué a vestirla con alguna prenda o arma que realmente reducía las estadísticas, tan solo por simple apariencia. Te permitía situarte un poco más alto en los escalafones a los que hice referencia someramente en un escrito anterior, la gente se impresionaba, te inspeccionaba a ver que objeto era ese, y a veces incluso te enviaba un mensaje privado piropeando a tu personaje. Nunca había recibido lisonjas, hasta mi madre me decía que era feo, es normal que los agradeciese con diligencia y que sintiera un hondo y quedo placer. Esto refleja también en parte hasta donde llegó crisis personal en todos los aspectos, no ya por mera autoestima, sino por aspectos tan relacionados con la misma como es la percepción de uno mismo y la formación de la personalidad. Sentía bochorno muchas veces al ir algún bar y pasar de pie hasta el asiento, al asistir a clase o por ir a comprar algo donde fuera. Me avergonzaba de mí mismo, hasta el punto de despreciar mi propio físico o de pensar que era un completo inútil que había avanzado en el sistema educativo por favores infundamentados de los profesores y muchas veces me acostaba teniendo como último pensamiento que si se me paraba el corazón en esa noche y fallecía, no tenía importancia.

Otro método también muy efectivo que utilizaban los productores para mantenernos aferrados al reinado mental del juego, consistía no tan solo en mejorar aspectos de vestimenta, sino que realizaban modificaciones en aspectos fundamentales del personaje. Intentaré ser raudo con esto: el personaje cuando subía un nivel, aprendía una serie de habilidades, además tú te lo aclimatabas a tus gustos subiendo un punto de talento por nivel. Lo de los talentos era fundamental. No sé, por ejemplo si le subías X hacía más daño con algún tipo o conjunto de ataques, pero si le subías Y ganabas más resistencia. Había que ir con sumo cuidado por como se le colocaban, tanto porque significaba el papel que ibas a asumir como porque esos talentos dependían unos de otros. Es un poco lioso. Por entonces había un total de 70 niveles y un total de 61 talentos(nivel 10 inclusive en adelante, se iban ubicando). Normalmente la empresa anunciaba con holgada antelación como iban a alterar una clase concreta (por ejemplo, al paladín le ponían que curase mejor y al guerrero que pegase más fuerte), comprobaban la acogida que tenía, lo añadían al cabo de un mes y si no gustaba o había excesivas quejas adaptaban otro modo al mes o los dos meses. Yo siempre estaba ojo avizor para ver como enfocar el futuro de mi personaje. Seguía foros diariamente, iba acumulando otro equipo en función del estilo que quisiera practicar cuando se produjera la nueva imposición. Era muy emocionante y hacía imaginarse las ensoñaciones más estrafalarias.

Además, ampliaban de forma planificada pero irregular el número de retos a los que había que enfrentarse. Esto estaba sujeto a las necesidades de los jugadores más avanzados, los jugadores hardcore por mor de que finalizaban todo cuanto había por ver y si no incluían nuevos estímulos estos acabarían dejando de pagar su mensualidad. Yo nunca llegué hasta ese punto. Nunca fui un jugador hardcore, esos jugaban mucho más que yo.

En el siguiente escrito que verse sobre este tema no me andaré tanto por las ramas y ya comenzaré a profundizar sobre aspectos psicológicos que me afectaron más de lleno como para llegar a ese punto del descuido casi total. No fui lo suficientemente cauteloso, aunque siempre procuré mantener la razón como estandarte y por eso puedo contármelo así a mí mismo. Otro día continuaré.

viernes, 28 de agosto de 2009

Memoria final, personal e íntima de "Reforç a l´estiu".

En virtud del fin de contrato que interpreto como fin de verano 2009 para un servidor, estaba pensando en hacer una crítica severa de los aspectos que he considerado defectuosos, y en consecuencia mejorables, del curso. Habría profundizado en consideraciones estrictamente educativos: de organización, de planificación, de evaluación, recursos... Pero además de ser prolijo y tedioso de leer, también resultaría oneroso de escribir, y eso es algo por lo que no me apetece pasar ahora mismo. Ya estuve hace dos días haciendo una memoria que se enviará a organismos oficiales, en la cual creí oportuno incluir un gran número de sugerencias, protestas, críticas mordaces y benévolas, recomendaciones de los caminos que habría que continuar y de los que habría que desviar. Un auténtico palo. Con una jerga que me da algo de repelús utilizar, pero que es irremediable para documentos de esta índole; y además escrita en catalán, lo que me lleva mucho más tiempo si he de revestirla de ese estilo profesional. Acabé, después de varias horas, decepcionado con el resultado, con la cabeza que me retumbaba y teniendo por la noche sueños tan ridículos como el siguiente: el instituto estaba en obras, llega la coordinadora y se pone a elaborar hormigón para reforzar una columna, de una forma tan inútil como depositarlo en la base a modo de rodapiés. Yo, como he trabajado algunas veces con mi padre en la obra, me ofrezco de peón de albañil y recuerdo al detalle una montaña enorme de arena, piedras y cemento, y a un servidor picando para rellenar la espuerta, luego lo llevaba a una hormigonera, que de hormigonera tenía más bien poco, era una plancha de acero inoxidable, lisa, donde ubicaba el material y caía un chorro de agua para la mezcla. A continuación el sueño dio un vuelco inesperado, donde aparecía Nikky Cox y yo era una especie de observador imparcial invisible. Le timaba un camello en un local de Streep Tease. Luego, en una glorieta en mi pueblo, la señorita Cox infringía de nuevo la ley mediante descortesía a unos peatones en un paso de cebra, alguien se lo recriminaba y aparece la policía y la multa. Lo último que recuerdo es a la bella Nikky Cox (antes de operarse la cara, naturalmente) sentada en un sofá, rezongando pero aliviada porque recibía una botella de alcohol de no sé quién. Me desperté, no con sobresalto, sino sitiéndome algo absurdo por los sueños que había tenido. Notaba todavía una ligera molestia en el occipital, el cerebro producía una actividad vertiginosa. Todo eso lo había soñado en poco más de una hora, es algo que no me suele suceder, ya se sabe lo que pasa con el espacio-tiempo en los sueños.

Pues bien, dejándome ya de digresiones, me centraré en el tema que me ocupa. Me circunscribo, a modo de conclusión del trabajo veraniego, a aspectos exclusivos de relaciones humanas, según mi percepción, y solo en las que yo he estado implicado plenamente. He visto como se creaban grupos sociales previsibles entre alumnos, he observado procesos discriminatorios, de rechazo, las tendencias idiosincráticas y su repercusión en los hábitos que van adquiriendo, la prospección que se puede aventurar del futuro de los alumnos en el sistema educativo en función de su actitud y aptitud, los desprecios que se profieren contra determinados colectivos, el fortísimo y patético influjo de los medios de comunicación (especialmente series de televisión y revistas para adolescentes) en los gustos de gran parte de nuestra juventud, las dificultades de memorización en los alumnos que presentan una conducta más problemática e irrespetuosa (curiosamente, suelen ir unidos) y los conflictos que se crean entre las distintas personitas que tenía a mi cargo, incluso entre grupos hay cierto rencor que a mi modo de verlo surge de forma natural, y principalmente motivado por la falta de un juicio propio y acertado de su estado de madurez; normalmente se creen más maduros por el hecho de fumar, salir de marcha, haberse emborrachado alguna vez, haber follado, haberse besado. Perplejo es como me he quedado por lo avanzadas (sí, digo avanzadas, entre todos los adultos del centro hemos convenido que las chicas mucho más que los chicos) que están las chicas en el tema sexual. Con 13 años, algunas ya han probado ese adictivo pastelillo en más de una ocasión. Bueno, según dicen. Por el modo que lo cuentan alguna verdad encubre y añádasele que algunas de sus amigas van y lo corroboran, y además las oportunidades se habrán presentado en las chicas a las que estoy haciendo referencia; esto, por supuesto, no es generalizado, son casos muy puntuales, en lo global no es así, pero hay determinados comentarios de niñas que realmente desconciertan. En lo referente a los varones, siguen la norma, si bien parece más tardío, a los 15 en todo caso. Sus chistes y bromas son más obscenos, más groseros; me dejó estupefacto que uno me hablara abiertamente del Bukkake. Asimismo, no creo que ninguno de mis alumnos hubiera mojado el churro todavía, y si lo hubiera, sería uno a lo sumo. Pero como digo, nada de esto interesa al fin y al cabo, son asuntos baladíes, existen hoy por hoy suficientes medidas de prevención de embarazo y de enfermedades venéreas como para ponerme aquí a dejar caer una diatriba conservadora que ni comparto ni apruebo. El sexo, la forma por antonomasia del placer más reconfortante, acrecenta el autoestima, estimula una vida plena, ayuda a olvidarse de los problemas que nos acucian, entre otras muchas ventajas; que yo no haya disfrutado de su sabor hasta mucho tiempo después de los 14, no quiere decir que no lo hubiera anhelado, y que aún hoy siga lamentándome de no haberlo hecho tan pronto y de no poder gozar de sus carantoñas cuando me apetezca no significa que sienta envidia por los que sí lo pueden. Hacen bien esos chicos y chicas.

Bien, ya que somerante he resumido los puntos en los que no voy a profundizar, toca ahora analizar la relación alumno-profesor y profesor-profesor. Es un tema delicado, que a mi entender ha conllevado muchísimos problemas para el aprendizaje aunque también ha generado situaciones alentadoras. Comenzaré con la relación profesor-profesor. Esto que voy a escribir quizás sea un poco empalagoso, porque ha resultado excelente en todos sus aspectos; hasta el momento no pensaba que pudiera existir un ambiente laboral tan complaciente como el que he vivido este verano. Demos gracias al señor, pues al fin ya no es lo de estar con compañeros chismorreando a tus espaldas, ni delatores de pecados ajenos o ficticios al jefe, ni con conflictos laborales donde nadie quiere hacer lo de aquel porque se acostumbra y cada vez trabaja menos, y luego se crea esa sensación de que realmente sí que se está haciendo trabajo extra, y rechista por todo y al final el clima laboral es una porquería insoportable y transforma al trabajo en una puta obligación a la que se asiste a regañadientes. Este verano todo ha sido muy distinto, y se debe, principalmente, a los compañeros (parto con la condición favorable de que ninguno de ellos va a leer esto, de lo contrario, no lo escribiría abierto al público o sería mucho más escueto y comedido: no, no es porque vaya a ponerlos verdes). Aquí, si tengo que destacar a alguien es, indudablemente, a la orientadora, no es ya por su belleza (que es hermosa a más no poder, y cuando te habla con su voz celestial te topas con unos mofletitos mullidos y un tez dorada inconmensurables, con un cabello rubio, rizado, largo, tupido, sin tintes ni artificios de peluquería, y sus finas cejas parecen una obra de arte de maestro escultor, y sus oscuros ojos que, cuando esboza su deslumbrante sonrisa, les surge esa pequeña bolsa debajo que da una sensación tan entrañable. Es muy golosa, le encanta el dulce y en especial el chocolate y parece ser de esas personas que aprecian el buen comer, pese a todo conserva una silueta despampanante) pero belleza aparte, ha facilitado considerablemente la tarea de los profesores, porque como se encargaba del aula de estudio, tenía que ayudar a los alumnos en todas las asignaturas, para ello ha pergeñado esquemas, dispuesto algunas actividades y ha llevado al día las asistencias, entrevistas y todo el papeleo de organización. Ha resultado una labor brillante. Además es una chica sumamente inteligente, modesta y trabajadora. Es una máquina, una de esas personas que no tienes más remedio que limitarte a admirar, que cuando piensas en ella durante la soledad te frustras por no poder tenerla siempre al lado, siendo acompañante de tu siniestra y abrupta travesía vital para que te allane el camino; cuando la ves, el halo místico que la nimba te obliga a olvidarte de los sentimientos e intentar hacer algo para que no se olvide de ti, para devolverle el golpe, porque bien sabes que permanecerá perenne en un pedestal de tu memoria. Total, una mujer 10, que sin ser más explícito, no me explico como expuso hace poco como lo que es ya su expareja se comportó de forma deleznable y pueril antes de romper, todo es una sinrazón, buscar justificarlo será infructuoso, tan solo brota este consolador axioma de cualquier reflexión: HAY GENTE MÁS GILIPOLLAS. En cuanto a la profesora de catalán ha resultado ser una chica que siempre conseguía arrancar unas risillas con sus expresiones y con su forma de relatar. Enamorada, viajera, alegre y siempre de buen humor, domina varios idiomas con una soltura digna de elogio, está metida de lleno en su segunda carrera y siempre anda preocupada por sus responsabilidades más inmediatas, si bien no actúa en consecuencia con la constancia y aplicación que debería (por ejemplo, en los estudios). Se erigió un poco como el ogro para los niños entre todos los demás profesores, así que asumió el papel de mal necesario. En todo caso, realizó un trabajo más que correcto. El profesor de matemáticas me pareció un poco más retraído, pero que con los niños ha logrado conectar y crear buenos vínculos, no con todos, pero sí con la mayoría. Ha sido capaz incluso de hacer que algunos jóvenes se motiven por las matemáticas y que se marquen como reto aprobar esa asignatura como algo personal y no forzado por la presión a la que pueden someterles sus padres. Eso es fundamental no en exclusiva para lo más inmediato, sino para lo mediato y lejano. En cuanto mi relación con ellos, sin duda ha sido más estrecha, cosa rara, con las dos chicas, o así me lo ha parecido. Poco a poco noté como ya no charlábamos durante las horas del patio de temas estrictamente laborales y de trayectoria profesional y educativa, sino que nos metíamos en temas más personales, derivando por lo tanto en una amistad incipiente, que por tiempo, distancia y lamentablemente no llegará a más que eso, a un inicio de amistad. Si tuviera que hacer un compendio de todos nosotros, podría alargarme bastante, me conformo con lo siguiente: Hemos sido buenos profesores y compañeros.

La relación alumno-profesor es más delicada, precisamente porque carece de uniformidad, pero intentaré ser generalista en detrimento de resaltar las excepciones. De paso no me extenderé demasiado. Antes de nada, hay que esclarecer algunos aspectos que, a mi juicio, son piedras angulares para comprenderlo como algo global y no reducido a unos pocos. Primero, los alumnos son alumnos que han suspendido, pero no por ello son unos macarras descarriados. Segundo, hay una gran diferencia evolutiva tanto física como cognitivamente entre los alumnos de primero y segundo de ESO, sin embargo la relación ha sido ostensiblemente similar. Tercero, hacía mucho calor y eso ha incidido sobre el carácter de los alumnos (salvando las distancias, no hace falta que recuerde que Raskolnikov mata en un día muy caluroso, al igual que el protagonista del extranjero). Cuarto, por primera vez en su vida, un verano asistiendo al instituto, mientras que los compañeros que han aprobado están en el aquacity, desperdigados por las calles ideando travesuras, practicando la pesca submarina, perfeccionando su habilidad con el Pro evolution soccer, visitando a su familia lejana o tomando algún refresco en un chiringuito de la playa. Quinto, no nos perciben como sus profesores, más bien como unos tipos jóvenes que han llegado para ayudarles a aprobar en septiembre, e inermes ante conductas que en su instituto sancionarían sin titubear ni sopesar métodos de permanecia en contraposición a las medidas que se aplican: de efecto efímero y vengativo. Sexto, a mí me gustaría haber tenido métodos de ese tipo, aunque no los hubiera aplicado más que en último término, razones he tenido más de una vez para expulsar o contactar con los padres, no obstante he preferido torear yo mismo que tener que acudir al que debería ser el último recurso. Pues bien, creo que con esto es suficiente para comprender hasta que punto ha llegado el nivel de confianza con los alumnos. Naturalmente, cuando hay cierta complicidad se liberan, permitiendo que su carácter les domine y las normas de respeto al profesor, así, alguna vez se han soslayado. En otras palabras, que se han propasado a veces. Esto es excusable (por los puntos expuestos) y no es algo que ninguno de nosotros haya sentenciado de ningún modo: la procesión iba por dentro. Aunque yo por lo menos he perdido varios días en momentos concretos los estribos, ha sido algo realmente fugaz, cosa de un minuto y debo decir que es absolutamente pasajero, luego todo vuelve a su cauce, los alumnos vuelven a despistarse y a irse por los cerros de Úbeda ¿Qué podía hacer? No me molestaba tanto que a alguno se le escapase un capullo como que no trabajasen y que tuvieran las tareas encomendadas por su instituto tan alarmantemente retrasadas. Realmente la permisividad conductual no creo que tuviera una influencia palpable, y con sus profesores de instituto no creo que exhiban un rendimiento mayor. Hay alumnos que si no estás encima suya constantemente no hacen nada, y si lo estás trabajan muy lento, porque son como tortugas, tienen unas lagunas notorias en las bases y eso tiene su manifiesto en el comportamiento. Pero bien, aparte de ellos mismos, la impresión recibida ha sido satisfactoria, no me atrevería a decir que beneficiosa, pero por la sensación que tengo, sé que me han dejado una bella marca escrita con pluma sobre mi alma.

Ahora mismo la nostalgia me embarga, y tengo que perderme por los mundos literarios de una mujer (Carson McCullers) para olvidarme entre un café triste y bodas de la añoranza que ya comencé a tener antes de comenzar el que fue mi último día. Soy un sentimental en ese aspecto, siempre que sé que voy a ver alguien quizás por última vez tengo esa tristeza impera sobre lo demás, y tantas veces me desconcentro de mi tarea inopinadamente, recordando una situación, fantaseando sobre lo que podría haber hecho o dicho ante esa niña que se rió de mí por afeitarme la barba (le podría haber dicho algo sobre carnicero, el día anterior le sugerí un relato en que se enamoraba de un carnicero y se iban como tortolitos a cazar elefantes a África), pensando en el futuro de esos chicos, sabiendo que algunos de ellos tampoco me olvidadarán y, ante todo, siento intensa melancolía por mis compañeros, con especial mención ante esa gran mujer, porque aunque la semana que viene vayamos a hacer una cena sinónima de fin total, esto se me queda para el recuerdo, para siempre, porque ha sido una experiencia única, y porque me voy con el convencimiento de que fuimos buenos profesores.

martes, 25 de agosto de 2009

Sabor a miel.

He ido a la Universidad, pero eso no es sinónimo de que haya asistido a clase, después de aparcar en los estacionamientos donde los árboles me ofrecen sombra, salgo del coche, me tumbo en los asientos de atrás, sin ningún remordimiento me cubro la cabeza con el brazo y llego a ese estado de sueño incómodo y cansino en que estoy pensando más que durmiendo. Algunas veces me da algo de vergüenza, quizás haya alguien que me observe, que un ojo oculto tras un ventanal se fije en que mi coche se pasa ahí más tiempo que ningún otro, apartado de los demás para que no les molesten al arrancar, y ocupado por un tío echando una cabezadita, pero todo me da igual, prefiero eso a tener que ir a una clase en la que conozco a nadie, hacer el mayor de los esfuerzos por pasar desapercibido, y pensar como siempre que esos alumnos son unos pazguatos, y que se pueden ir espulgar monos a Brasil o limpiar excrementos de hipopótamo en el zoológico. Tampoco sería muy distinto de lo que hacen. Es sentirse como un guiñapo, un ser inferior y descuidado, de mirada gacha y físico deleznable. Sentir un asco enorme de sí mismo y experimentar placer haciéndolo. Los días de calor son los peores, en el aula estaría como en el edén, fresco y sentado, escuchando algo que por lo general es interesante, pero no los aguanto, me sale más a cuenta quedarme en el coche, sudar, pensar en el cochino videojuego y luego volver a casa presumiendo de haber tenido un apasionante día universitario. Las preocupaciones he preferido trasladarlas, ya no pertenecen a mis estudios, como me pago yo la matrícula y el combustible, es cosa mía, mi problema, doy por hecho que mis viejos costearán mi alojamiento. Mentira tras mentira pasan las semanas como una cinta de 168 horas, donde los únicos cambios se producen en el juego.

Pasé mucho tiempo con el juego. Estaba hasta harto de los estudios, habían conseguido aburrirme. En el terreno estrictamente amoroso soy absolutamente nefasto, si se leen algunos artículos de este blog se hallará en gran parte la respuesta. Aunque tampoco he sido siempre así, antes era más timido, ahora paso de todo un poco, he llegado un punto en que me da exactamente igual que les guste o deje de hacerlo, y con esta dejadez pues continúo por el mismo camino. Cuando no tengo nada mejor que hacer, me gusta meditar las cosas, y bien, ahora viene una reflexión terriblemente lúcida: si antes me azoraba con el más mínimo contacto, no he cambiado en absoluto, soy el patán más irrisorio y despreciable, con la única diferencia de que ahora esa torpeza ha sufrido una evolución a peor por la indeferencia. Suelo decir lo que pienso, o al menos lo digo enmascarado, casi con eufemismos, y para colmo voy más salido todavía, lo cual pensaba imposible, pero a este ritmo acabaré comprándome una muñeca hinchable y me enamoraré de ella a falta de mujeres reales. Para ser franco, me sigo asqueando. Y antes me asqueaba también, tan solo el alcohol era capaz de liberarme de mis inhibiciones, pero es un poco artificial, y no es plan de andar todo el día borracho, además que cuando tengo una buena cogorza lo de los eufemismos se suprime y mi lengua pronuncia las guarradas más procaces que uno se pueda echar a la cara. Total, que no tengo solución. Ni tenía solución, ha sido pura evolución, ya veré por donde sigue.

Era llegar a casa y directo a comer. La comida no la saboreaba, entraba como si tuviera adherido un embudo al esófago, luego me subía al piso de arriba, encendía con ansia el puto juego y vuelta otra vez. Tenía que jugar una media de siete horas para rendir correctamente en jugador contra jugador, el sistema de puntuación era semanal, y si no dedicabas mucho tiempo, todo se iba a la mierda. Si invertías tres horas al día era inútil, no servía más que como afición. Se creaban grupos de 10 tíos y ponían a gente esperando en cola, así que mientras antes entrase, antes tendría un sitio. Esto, por supuesto, era caldo de cultivo de disputillas absurdas y embarazosas especialmente con los tíos que se creían más que los demás por la función que desempeñaban, era una lástima que fueran tan repelentes, porque ganas me daban de pegarles una patada y mandarlos a recoger fresas para viesen lo dura que es la vida como para irritarse por semejante nimiedad. Pero había que aguantarlos, así lo quería el maravilloso Líder. El líder poseía un rango muy alto, y para mejorarlo estaba obligado a dedicar unas 14 horas al día. Recuerdo que le daba el relevo a su novia y esta terminaba el cuplo de su jornada. Nos conocíamos bien, hasta en la voz, porque era menester utilizar un programa adrede que permitía la comunicación mediante micrófono. Estábamos bien provistos para todo. Sobre todo de tiempo. Había gente que con treinta años no había pegado palo al agua, no tenía estudios, tenía novia y vivía del cuento, no sé si sería de sus padres o por algún tipo de manutención o herencia o que porque el gobierno está a lo suyo y paga ahora también a los más perros por considerar la holgazanería una discapacidad, pero ahí estaban tocándose las pelotas. Yo me las rascaba con más arte que ellos, porque al menos tenía el pretexto de la Universidad, y a veces me consolaba pensando en que no debería ser tan tonto si había llegado hasta ahí. Pero ese caradura, gorrón, chupasangres tenía unas piernas para acariciar a diario, para mirarlas y ponerse burro, y yo era un mierda, una puta mierda.

Todo esto me llevaba a meditaciones simplísimas, de una complicación menor que una regla de tres, algo así como vaticinios. Tenía por dentro residuos nucleares en lugar de jugos gástricos, y esa parte del cerebro que ejerce el control de las emociones era pasto de ratas. Presa de mi propia humillación no lograba despertar de ese sueño, y tan solo el juego era capaz de hacerme olvidar todo y centrar mi atención. También tuve mis momentos de pensar en mi vida, y no hacía más que incitar a las ratas a que royesen todavía más. Para dormirme era prerrogativa que pensase en el juego, de lo contrario, padecía insomnio, el dolor de cabeza era muy común después de mi labor diaria, y en aquellos momentos muertos en que jugar era imposible porque el cabrón de mi hermano estaba con el ordenador, o se había roto internet, o tenía algún asunto secundario entre manos, me invadía una sensación soporífera inexorable, por lo que tenía que dormir. Así, tiempo para pensar en mí no tenía mucho. Esto me sirve como explicación para justificar la conjetura automática que barrunté. No había ningún argumento de peso, ningún tipo de deducción ni inducción. Tan solo esto: Si una tía aparecía en vida, entonces esta cambiaría, por cojones mi ser debía tener sentimientos, soy humano, no he tenido problemas, incluso ha habido chicas por las que he tenido un interés (sin exteriorizar, naturalmente ¡Qué vergüenza!). Los libros decían que el amor era fabuloso, que todo lo puede, y disney se obstinó en mi infancia en demostrar la falacia capciosa de que el amor es interior y toda esa basura. Por eso, cuando vi el mensaje de esa tía, y que me hacía un poco de caso, pensé que alguien podría interesarse por un insecto como yo. Otro día continuaré.

jueves, 20 de agosto de 2009

Con los pies en el suelo.

En fin, comienzo a estar un poco harto. Mejor comenzaré desde el principio. La conocí y a los pocos días estaba hasta los huevos. Me aburría demasiado y por eso pues regresaba como la burra con el trigo. Digamos que se habían juntado muchas cosas: pocos créditos para terminar de una puta vez, el cenit de mi adicción a los videojuegos, la escapada de una etapa semidepresiva leve (o sea, puro cuento, también le llamo a veces holgazanería sin tregua), la soledad y mucho tiempo sin meterla en caliente, inocencia e ingenuidad, idiotez y, como no, querer demostrarme que puede haber alguien a quien pueda interesarle un insecto como yo. Adelantaré algo, todo eso lo superé, salvo la inocencia, ingenuidad, idiotez y el tiempo sin meterla en caliente (ahora me refiero de gratis, aunque algunas son más caras que las putas).

Me tiraba horas delante del ordenador jugando como alguien a quien le han propuesto echar ahí el día para ganarse el pan y las habichuelas. Lo que pasa es que yo, realmente, no ganaba una mierda. Por decirlo todo, no es que no ganase, es que tampoco perdía, y eso sí es jodido. Al menos cuando se pierde haciendo algo y en ese algo se puede ganar algo material y palpable o útil es que también se puede perder. Pero es que aquí nada de nada. No eres ni un perdedor. El quid de la cuestión se encuentra en el establecimiento por los usuarios de categorías jerárquicas débiles según de la vestimenta del personaje, y el atractivo está tanto en la apariencia como los atributos que otorga ataviarse con un objeto concreto, para promocionar en esas categorías (que no son estrictas, sino informales) había que trabar relación y agruparse con gente que controla. Las categorías no es algo que sea parte de las reglas del juego, ni mucho menos, es cosa de los usuarios, digamos que su aportación al juego. Efectivamente, los programadores lo idearon para que esa especie de rangos surgiera. Me metí en un clan. Un clan es un grupo discriminatorio en función de las características del jugador, y que está compuesto por tíos y tías admitidos que se hacen colegas y compiten entre ellos amistosa y quedamente, luego se citan a alguna hora (hay que ser puntual y llevar objetos costosos que se consumen, pero necesarios, sino ¡A tomar viento!) hacen un grupo numeroso, van a la caza de espectaculares jefes de mazmorra, todo muy organizado, y cada uno se emociona viendo subir sus puntuaciones. Quien dedica más horas es quien suele salir victorioso y participa más en las actividades del clan; el casual, como lo llaman para humillar, se suele quedar fuera si hay algún pro que pueda sustituirle y tenga algún interés en ir al evento. El primero juega esporádicamente, el segundo antepone el juego a lo que haga falta. Es muy común ver a alguien lamentarse por no poder implicarse tanto cuanto querría con el clan. Siempre es algo altruista, él nunca lo hace por interés propio, es, por supuesto, por sus compañeros y porque se divierte. Los cojones. Vale, confieso que sí, las recompensas existen, pero muy caras para lo que producen. Vamos a ver, esto será rápido: juega 10 horas al día y en una semana, con suerte, tendrás un objeto de los 12 ó 14 que se puede equipar tu personaje. A veces había que esperar hasta un mes para una implementación mínima. Lo peor era cuando después de tanto esfuerzo ibas a una actividad con el clan y te cambiabas el objeto. Es como preparar con esmero una paella y cuando está cocinada ver que tus comensales se han largado. La sensación es exactamente igual, te quedas con cara de gilipollas. Pero si por falta de puntos para llevarte objetos un tío se te adelanta y se lo lleva él, es como si en lugar de irse, los comensales se comen la paella mientras tú friegas los cacharros que has empleado mientras reposa. Ahora piensas ¡Hijosputa! Total, que vives soñando con el videojuego, es parte de ti, más aun que tu propia vida. Recuerdo como en las pocas clases de Universidad a las que asistía me quedaba abstraído con provechosos itinerarios y rutas mentales para esa misma tarde. Incluso faltaba a clase porque prefería quedarme en el coche asado de calor, tumbado sin llegar a dormirme para que mis sueños pudieran estar controlados y, coño, que era como si estuviese jugando. Pasé así varios años. No creo que sea necesario ser más explícito, se sobreentiende. Entonces apareció esa cosa.

Después de deambular por el mundo virtual y de varias tentativas con diversos clanes, parece que me asenté y que hallé mi nuevo hogar: mis nuevos y acogedores amigos, aquellos tíos a los que llegué a darle más importancia que a los de la vida real. En cierto modo, no sé hasta que punto fue positiva esa inclinación. Me parece que ellos tampoco estaban pasando por una buena época. También tenían otros vicios. El mío era más sano y costaba mucho menos dinero, aunque mucho más tiempo. La calidad de un clan se mide por el carácter de sus miembros, por su presencia, su avance y el trabajo realizado por los integrantes. Por ejemplo, tener una página web es fundamental para un clan con nombre. Lo de la página web es muy funcional. Aparte de una comunicación asíncrona y más individual, íntima y personal ya que puedes explayarte, también vale para comunicar estupideces, como puerta para el recuerdo y para que perros sin collar dejen lo que llaman apply, a ver si los aceptan después de un detallado e inmaculado mensaje donde relata desde cada datos de su personaje y trayectoria hasta su trabajo y edad. Un currículum vitae del juego en pocas palabras.

Fue através de un mensaje de este tipo como llegó a mis oídos que una tía solicitó el ingreso al clan. Por lo visto su avance era muy superior al nuestro. No tenía mucho sentido que una persona así entrase en el clan, sus expectativas de mejora debían ser inexistentes. Yo pasé un poco de todo, pero un día me dio por echar un vistazo al subforo abierto al público y vi un mensaje de la tía. Decía que no podía entrar por no sé qué historias de que estaba en otro servidor y que no le dejaban migrar. Total, una patraña. Pero la verdad, cuando acabé de leer el mensaje me fijé en la firma que tenía y era una foto supuestamente de ella. Estaba realmente buena, y era muy guapa. Eso sí, entremezclaba abreviaturas en inglés, con frases un tanto extrañas y simplonas y alardeaba de uso de la ironía tan sardónica que perdía, precisamente, su ironía, ese modo de escribir me pareció un tanto repugnante, daba la sensación de algo artificial y de persona que le urge potenciar sus recursos expresivos, además que ya de primeras daba una imagen de calientapollas deslenguada y zorrona que le gusta exhibirse, que se jacta de sus bienes materiales como el coche, ese tipo de mujeres que por ser tan superficiales se ha vuelto tan grande su fatuidad respecto a sus posesiones que llegan a excitar como algo natural. Pero estaba realmente buena, y era muy guapa. Me dio por contestar el mensaje cuando protestó porque nadie le había respondido, lo que denotaba ya unas ansias de protagonismo algo febriles. En mi mensaje no aportaba nada, porque ciertamente sus dos mensajes carecían de contenido que diese juego a algo, sin embargo, entre esas frases vacuas puse un piropazo. No me acuerdo de cual, pero armó bastante revuelo, hasta el punto de que una chica compañera del clan me increpó que un foro no es sitio para ligar. Creo que estaba celosa porque a ella también le decía piropos, con la única diferencia de que ni en foto la había visto.

El caso es que fue así como la conocí, hasta el momento no había escuchado su voz, y precisamente eso le daba morbo al asunto. Hay que vivirlo para experimentar ese sentimiento de incertidumbre. Pero para vivirlo, también hay que ser un auténtico inepto que quiere demostrarse que puede haber alguien a quien pueda interesarle un insecto como él. Yo era de esos, muy solitario, casi adicto al onanismo. Estaba jodido. Otro día continuaré.

lunes, 17 de agosto de 2009

Un texto cubierto de polvo.

Estaba mirando hoy la miríada de escritos heterogéneos que se alojan en mi ordenador desde hace ya varios años. Muchos de ellos ni me acuerdo del porqué los escribí ni de cuando ni de si tenían algún tipo de finalidad. Hoy he encontrado uno del cual ignoro la fecha. Como muchas veces los dejo guardados en el propio word, dándome la opción de memorizarlos, tengo una columna a la izquierda con unos 12 textos por memorizar desde hace así como 6 meses. Bueno, hoy he visto un texto que me ha gustado, la ventaja de leerlos después de tanto tiempo es que tienen un carácter más objetivo que no si te los lees y relees y piensas que has escrito una mierda, porque como con las canciones llega a hartar escuchar siempre lo mismo, igual sucede con la escritura. Al final termina siendo nauseabundo. Me imagino que eso pasó con este texto y que por eso no seguí con algún relatillo corto que habría ideado. Ahora me he fijado, consta como de dos partes, la primera que es la que publico aquí no tiene ningún fundamento; la segunda, en la que la voz de un profesor se rige como protagonista, tiene como 6 páginas y está sin terminar. Ni la he leído, creo que trataba de un profesor que, decepcionado con la vida, pica en un suculento cebo de pederastia incitado explícitamente por la menor, pero a medida que iba elucubrando como llega a ese lamentable punto, el alcance de la idea se me escapaba de las manos. Naturalmente estaba muy lejos de haber logrado ni siquiera acercarme hasta esa parte de la narración. Bah, que más da, dejo aquí la primera parte del texto sin revisar, puramente como salió, de la segunda no dejo nada porque parece totalmente narrativa:

Decepción, abatimiento, vacío. Mi espíritu se consume como la madera de una cerilla, y no hay nadie que apague la llama. Sí, habré sufrido mucho, habré visto a las nubes cernirse sobre mí justo cuando parecía existía un añil cielo abierto hacia el éxito moderado, y no habré conocido el amor. Enfurecido no es palabra, es rencor, rencor por placer, finalmente el rencor me ha subyugado, ansias de venganza. Desesperanza, el motor que movía mi vida se ha parado, ya solo quedan los órganos que me mantienen vivo, puedo moverme, puedo correr, puedo pensar y puedo escribir. Y eso es todo lo que me queda, nadie me apoya, nadie me consuela, nadie osa a pasar el tiempo conmigo. Miro al frente y no veo más que un oscuro abismo de deseos desvanecidos, el color de un alma paupérrima cada vez más traslucido, el hedor de una muerte viva que por perseverancia sigue en esta vida. Vida infame, vida abyecta, donde el valor ya no tiene utilidad. Las horas pasan, los vientos soplan y el goteo de mi grifo es el único sonido que me recuerda mi condición de humano en este lugar sórdido y desordenado. El orden ha pasado a un segundo plano, la limpieza y la higiene ya no es premisa, la salud se puede esfumar como lo han ido haciendo tantas oportunidades en mi vida. ¿Qué cuidado propio va a tener un hombre que no tiene motivación de vivir más que por venganza, con la sangre hirviendo y congelándose al palpitar mi corazón? Por ese precio que deberían pagar todos aquellos que han buscado mi ruina material y espiritual. Y cómo llevar mi venganza, no hay método factible, no soy un asesino, me degradaría al mismo nivel de ellos y no se me ha concedido ningún poder ni talento para acabar cuanto me he propuesto. Oh, falsedad inmunda, quimérica fruición, subrepticia realidad, tantas veces he visto cuadros abstractos que solo a ellos puedo equiparar la realidad mundana, tan perfectamente ideados por el artista, que nunca los ingenuos amantes del arte han sabido interpretar. Tú posiblemente ames al mundo, te gustará ese cuadro, pero no sabes que entraña en su interior, eres incapaz de esclarecer su significado, y si lo consigues tal vez te traten de loco mezquino. Quizás se deba a hipocresía, o una pasividad de acción en lo que de verdad importa. Pero ¿Es que nos dan libertad de acción? No logro hallarla entre tantas luces, monitores, teléfonos, coches, trabajos inanes, partidos de fútbol, drogas, leyes, política y memorizaciones. Atados, sujetos por hilos tecnológicos, y por prestidigitadores de buena elocuencia, el hombre bueno es el que dedica su vida a los demás, cuando no atisba su contribución al continuo péndulo que demasiado hace ha dejado de oscilar. No eres tú quien tenga la culpa de mi tormento, solo eres una hormiga que forma parte del hormiguero, yo he optado por escapar de la prisión de alta tensión y asir pluma y lápiz, pues mi único modo, el único modo de defenderme de los que tanto me han perjudicado y denigrado a lo largo de los años, para encumbrarme entre los desprestigiados y apedreados enemigos de la sociedad. Y lo han conseguido, soy un enemigo pequeño, con pocas armas, con poco talento, y quizás con una inteligencia no demasiado desarrollada. Pero ahora, ahora que queda tan poco, que no queda más que un vestigio de lo que antaño fue un hombre, ahora que el fuego arde con tal ímpetu que se ha vuelto irrefrenable, ahora es cuando os empiezan a quemar los dedos, ahora sentiréis las consecuencias de mi angustia, ahora averiguaréis el porqué de ese asco que se ha ido gestando con el andar del tiempo finalmente ha nacido.