viernes, 18 de diciembre de 2009

Progresión de producciones de humo.

Hace aproximadamente una semana Jacobo Martín lanzó su nuevo corto a la red. Matarife Insulino, su otra producción hasta el momento, ya fue citada desde aquí. La nueva, Un día espléndido... Confesiones de un asesino, ha logrado satisfacerme y sorprenderme. Quiero puntualizar, antes de que se me juzgue como alguien al acecho por aprovechar una oportunidad con la que echarse flores, que mi participación en la elaboración del guión ha sido nimia, insignificante.

El nuevo trabajo está centrado en un homicidio, en la misma vertiente que su predecesor. Sin embargo, no se trata de un asesinato injustificado o, por ser más correcto, un asesinato del cual desconocemos sus causas. Esta vez hay una narración del personaje donde expone los motivos que sin demasiada reflexión ni remordimiento ni argumentos en contra le han incitado a perpretar el crimen (¿atroz o equitativo?) contra un amigo, llegando a ser, al menos desde el guión, casi fratricidio. Para que no se diga, voy a comentar los aspectos que desde mi punto de vista personal me han parecido débiles y susceptibles de depuración. En primer lugar, considero exceso de sentimentalismo las imágenes adoptadas de la segunda guerra mundial. Hay una explotación hiperbólica del holocausto, algo reiterado y memorizado, que con cierta pesadumbre dolorosa seguimos viendo. Contribuye a engrosar el repertorio. Que con trágicas imágenes incrustadas se invoque la rabia y la tristeza, no quiere decir que no sea un comodín demasiado machacado, y por lo tanto no me parece un acierto. En segundo y último lugar, opino que no se alude al vínculo existente entre asesino y víctima, más que de soslayo, lo cual hace perder fuerza a unos de los pilares más importantes: a saber, la renuncia a la amistad tanto por el sentido de la moral como por el de la justicia. Por lo demás, valoro que en su conjunto es una película que supera sus restantes objetivos: impactar con la sucesión de imágenes y acompasarlas con la banda sonora, que de un único actor salga una buena y creíble interpretación, que no haya nada que desentone y, sobre todo, la aplicación de una ley moral propia sin contemplaciones, el tenebroso cruce donde chocan principios fundamentales del hombre, como son el derecho per se a la vida contra la obligación a aplicar muerte, al comprobar como por egoísmo un individuo es capaz de vulnerar lo más fundamental de la existencia humana: la dignidad y la libertad. Y todas las controversias que estriban en ese dilema.

No es dramática, o no pretende el director que sobresalga esa emoción sobre las demás. Es original y vertiginosa, entretenida, de ardua elaboración, bien esculpida, sin dar pie al enternecimiento, despiadada. La recomiendo, son cinco minutos que no serán desperdiciados. Reclamaciones en comentarios.

En la página web se pueden comprobar los demás trabajos y hallar el enlace que dirige a su publicación en el Youtube, así como mantenerse informado sobre nuevos proyectos en caso de que surjan. Siendo así, esta es la dirección:
http://www.cobofilms.com

Desde aquí, mi más sincera enhorabuena. Van por el buen camino.