miércoles, 30 de abril de 2008

El cura volador.

¿Hasta dónde hemos llegado? Resulta que un sacerdote, que ahora quieren excusar llamándole filántropo, va y se ata varios globo de helio para hacer un vuelo de 19 horas. Por lo visto quería recorrer el litoral que se encuentra entre Paranagua y Dourados, ambos municipios brasileños, sin embargo, un cambio repentino y supongo que inesperado del viento, causó un inevitable cambio en la dirección y el sujeto se perdió por el cielo. El caso es que se han encontrado a los globos, pero sobre este esperpéntico señor no se han tenido noticias de supervivencia o fallecimiento, aunque todo parece indicar que es ahora un cadáver que con suerte estará alimentando a los peces marinos. Lo cual convertiría a su muerte en algo altruista, ya que al menos se alimentan unos peces que forman parte de la cadena alimenticia y eso llega al hombre en forma de alimento. Así que aunque su fin era muy distinto, si ha alimentado a algún pez, le doy mi más sincera enhorabuena desde el mundo de los mortales.

¿Fines altruistas?

O sea, ahora resulta que un fin altruista es recaudar capital para construir un lugar de descanso espiritual para camioneros. ¿Qué dirá la iglesia? Lo achacarán fijo a causas científicas, rechazando la influencia de Dios en este cometido. Si es que realmente optan por inclinarse hacia un lado u otro. A mi modo de ver, la iglesia lo que debería de hacer es cuestionarse si realmente ese fin tan altruista que se estaba planteando, era realmente tan humanitario y si iba a mejorar la sociedad o a gente realmente necesitada. El caso es que la iglesia en lugar de intentar ayudar a la gente mediante su propia expansión, es decir la creación de un oratorio o Dios sabrá que, tendría que buscar unos objetivos más religiosos puramente dichos. ¿Realmente cree la iglesia en Dios? Resulta que si lo niegan ahora -que la muerte de ese cura no haya sido por Dios- están prácticamente poniendo en tela de juicio su existencia. Porque veamos, ese fin es insultante para una deidad, sin comentarios sobre el medio, mientras que recaudar fondos para educación e integración de excluidos sociales tiene unos fines más caritativos. Entonces si realmente creyensen en Dios, no negarían que este sería un castigo por buscar unos fines tan egoístas de expansión de la religión. Claro está que si eso fuese un castigo de Dios, por un hombre que en si no ha pecado, se trataría de un Dios cruel y severo, que no toleraría semejantes absurdidades por parte de sus supuestos seguidores. Por lo tanto, a priori, lo que harán será achacarlo a causas científicas, dirán que fue una imprudencia y que era un gran hombre y que murió por una causa etc. En todo caso, lo que tendría que haber hecho este señor es quedarse en casa o hacer otras actividades más productivas. Semejante temeridad a mi modo de ver no la excusa una acción supuestamente benéfica, sino que al contrario es el simple capricho de cumplir un récord para así verse satisfecho consigo mismo y engañarse a su vez, con el supuesto fin que como hemos visto poco tiene de altruista.

Hombre de mucha fe, no la pierda, pero tampoco haga el ridículo. Consejo de un tipo que no cree en su Dios.