lunes, 6 de abril de 2009

Bajarse los pantalones.

Parece que hay algunos hombres y mujeres resentidos con ciertos errores del pasado, y ahora nos toca pagar a justos por pecadores. La verdad eso es muy humano, y por tanto esos señores exhalan humanidad. Ahora me los estoy viendo tomando sus decisiones en un bar de café a 3 euros, riéndose de las estupideces y tomándose a cachondeo la vida de los habitantes de estas islas. Son algo pusilánimes. Sí. Son incapaces de buscar una identidad propia y para ello se unen al fuerte. Hay que ser más cobarde, y arriesgarse con su cobardía. La valentía está muy arraigada a decisiones precipitadas y por ende que desembocan en errores. Lo que yo no sé es si deliberarán las medidas, o tendrán inspiraciones cuando estén hartos de cerveza. Seguro que no es lo segundo, si se va borracho al menos tendría una lógica ebria. Sus recursos despotas están fraguando mucho odio entre algunos sectores de la población, y la población es una papanatas pues no hace más que sacar cuatro pancartas y decir que con la lengua no se cura. Razón tienen y poco más se puede hacer. Muchas veces he probado de situarme en el pasotismo más extremo, en la total indiferencia y, es más, lo he defendido si ha hecho falta. Y sin embargo parece que se han propuesto irritarme y lo están consiguiendo.

Mañana iré a informarme al Ajuntament d´Alcudi sobre los cursos que se ofrecen para obtener el certificado de catalán C, debido a que mi curriculum lo están rechazando Ipso Facto al ver mi irrisorio nivel B. Me toca bajarme los pantalones. Si quiero pasar algún tiempo más en la isla, con 27 años y sin trabajo, tengo que asimilar que sin el certificado aquí no hay mucho que hacer ¿Tendré yo la culpa de que algunos líderes (que por cierto tienen similitudes contrastadas con estos) hayan menospreciado o prohibido una lengua? No, pero ahora, después de haber estado mis 27 años de existencia sin apenas salir de trozo de tierra, ahora me toca demostrar que entiendo, hablo y escribo en catalán. Te sacas una carrera ¿Y qué? Se ve que no entienden que a lo largo de toda una vida educativa TODO LO HE DADO EN CATALÁN, y que si no escribo ni leo en catalán es PORQUE NO ME DA LA GANA, y porque me parece un idioma más elegante el castellano, aparte de que tengo más soltura escribiéndolo.

Allá por 2005 y en la asignatura de Política i Legislació Educatives, el profesor a modo de práctica nos encargaba escribir un artículo de unos 15000 caracteres. El idioma era libre (en la universidad siempre ha sido libre para mí), el tema también, aunque este último necesitaba un visto bueno previo. Lo escribí en castellano. El tema que escogí no fue otro que el bilingüismo en las islas durante la Segunda República. Para el que no lo sepa, el bilingüismo nació en esa época (moderadamente, con miedo). A Mallorca no llegó, a pesar de que se escucharon débiles voces que exigían su implantación. Modestia aparte, me salió un buen artículo, o eso creo, pues el profesor me puso una nota muy alta, un 9. Al caso, al ser artículo no podía centrarme en redactar unos datos obtenidos de libros de forma distinta a como estaba en estos, sino que tenía que dar determinadas opiniones. Mis opiniones siempre han sido favorables al bilingüismo, porque precisamente creo en él, y porque tengo grandísimo respeto al MALLORQUÍN.

Uno de los temas que más me exacerban es que aquí se pretenda inculcar una cultura catalana en retrimento de una mallorquina y que nos incluyan entre Els Països Catalans. Es el precio que pagan los valientes por unirse al más fuerte, hay que ser más cobarde. Aquí somos mallorquines, imbéciles, no necesitamos casi nada vuestro, os lo aseguro. Naturalmente exigir hoy por hoy que el mallorquín puro se introduzca en la escuela es un disparate mayor. Tendría que haber cambios radicales y de seguro las gentes serían más reacias a su asimilación. Sin embargo hay determinados aspectos del mallorquín que no se admiten de modo oficial, según tengo entendido. La verdad desconozco cuales son esos matices (es una razón entre tantas para hacer el curso), sin embargo me parece tristísimo adaptarlos porque la otra lengua tiene más reconocimiento. Qué clásico es eso de aunarse con el más numeroso, aunque también eso ha conducido muchas veces a muchos errores, sino mírese la historia del cristianismo y como ha terminado. No pienso extrapolarlo, el historicismo me parece tan absurdo como que me hagan obtener un certificado, de momento han echado el boleto. Amparados por la ley desde luego pueden, y como son ellos los legisladores, pues venga "pa´lante". Se están radicalizando, cada vez más, y la están cagando, cada vez más.

A veces me pregunto porque la gente llega a hacer tonterías, porque se suicida, porque se mete en peleas evitables, porque conduce por el autopista con una borrachera del quince, porque se es infiel a una mujer excelente con una lagarta viciosa o porque existen los trolls de internet. Ahora he comenzado a preguntarme si la defensión acérrima que he hecho hasta el día de hoy del bilingüismo armonioso no era más que una utopía de un joven que creyó en el buen hacer de los líderes, es decir una tontería. También me pregunto porque me entran esas dudas, y esto ya no es tan tontería. Y en todos los casos se debe a la puta situación, ni más ni menos, si a un nativo, que se ha criado entre vernáculos mallorquines, que ha llegado alto en el sistema educativo y siempre dentro de la isla, donde los profesores en su gran mayoría hablan y dan a leer libros en catalán, si a este señor le hacen obtener un certificado para poder demostrar sobre el papel que lo vale, es que hay algo que falla. Y empieza a repugnarme.

Ahora comienzo a ver que el bilingüismo más que defensa de una lengua es la destrucción de otra, un acto casi vengativo, cuando todos sabemos que en la variedad está el enriquecimiento de una sociedad; para otros aspectos sí que les va bien la variedad. Hipócritas. Recientemente leí que en un libro obligatorio en los cursos de reciclaje o de reforzamiento hay libros que critican la letra Ñ ¿Se merece eso algún tipo de comentario? ¿Que personaje que se hace llamar escritor tuvo la brillante idea? ¿Gastaría alguien en sus cabales papel y tinta en tamaña porquería? El que lo escribió debe coleccionar mojones de vaca, debe ser un auténtico gilipollas. Que una persona así se haga llamar culta es un insulto a la palabra cultura. Yo no soy culto, pero un tipo así quizás sea culto en la cultura catalana. No sé...

Lo que más temo es acabar escribiendo estupideces del mismo jaez, criticando la l·l o la ç. O también las ventajas que otorgan a los escritores y músicos catalanes, cuando eso no son más que beneficios. Espero no terminar así, espero que cuando tenga el puto certificado todo esto se disipe y vuelvan mis ideas de indiferencia.

Me gustaría también hacer un inciso con respecto a algo de lo que me he enterado recientemente, y es que a los catalanes con tener 4º de la ESO y haber cursado unos cuantos cursos de primaria en Catalunya le dan el certificado que tengo que obtener yo vía examen. Eso tiene su lógica, no ebria por supuesto. Aquí como tenemos malas formas, pues entonces tenemos que depurarlas o demostrar que no las cometemos en un examen. El significado de esto no es otro que una superioridad lingüistica catalana asumida por este nuestro gobierno. Quiero recordar que eso ha estado presente en gobiernos de cualquier sigla. Es lamentable. Parece un nacionalismo forzado.

Recuerdo un año en la Auborada de Pollença, esa fiesta donde todo dios va pedo por las calles de ese histórico pueblo. Estaba borracho como una cuba, me había bebido unos 12 pelotazos y dos copas de palo y mesclat en un intérvalo de 5 horas. No sabía ni que decía, estaba soltando disparates. Mis amigos se estaban riendo mucho conmigo según me dijeron más tarde. Yo ni me acuerdo. Por lo visto una chica se me acercó, y se puso a hablarme en mallorquín, quizás fue que no me gustó, o tal vez se debía a que soy tan simple e idiota cuando voy borracho que sino digo alguna estupidez que no viene a cuento no me quedo tranquilo, pero la rechacé por que "A mí no se me habla en mallorquín". Menudo imbécil, cuánto me arrepiento de esa frasecita. Tampoco sé hasta que punto es cierta, y tampoco sé si se debería más bien al tono y al empaque a lo ofensivo de la oración en sí; como digo, iba demasiado borracho, incluso para darle a la lengua. Ahora mismo si me viniese hablando en mallorquín y por muy fea que fuera, me la llevaría al huerto. Lo del mallorquín me la trae al viento, lo de la fealdad también. Me excito con cualquier cosa. No sé si es la desesperación, o que simplemente voy así de salido. El caso es que esa parte es de lo poco que me gusta de mí.

Me sacaré el catalán C, eso lo tengo más que asumido, y si tengo que escribir un texto nacionalista para aprobar lo haré sin ningún problema, solo con la diferencia de que esta vez no irá dicho con el corazón.