jueves, 30 de abril de 2009

Sometimiento indirecto.

Está claro que las alegrías vienen casi tan rápido como se van. Después de 24 horas con la mejor cabecera de toda la red, el sujeto en cuestión protesta y me exhorta a eliminarla. Él ni siquiera la ha visto (o eso creo) simplemente le comenté. Dudo que conozca la dirección de mi blog. Y más aún dudo que lo lea.

De este caballero solo diré una cosa, hace unos meses ambos comprobamos el valor de su amistad conmigo, mostrando un exceso de desconfianza para algo que se sabía en todo el grupo. Ahora me jode con la mierda de que no puedo poner esa cabecera por derechos de imagen o cualquier gilipollez por el estilo que se le haya cruzado por la sesera. Parece que hay gente que disfrute haciendo enemigos, conmigo difícilmente lo conseguirá, soy un experto en formalidades (y en aceptarlas y rechazarlas). Tendré que poner una imagen mía para que ningún otro me vaya a venir con estupideces de la misma ralea. Da igual, puedo tumbarme en cualquier banco, cubrir mi rostro con el brazo mientras asgo una botella de güisqui en una bolsa de papel y que me echen la foto. Igualmente no se me reconocerá.

El título habla por sí solo, no hace falta que lo explique.

A tomar por el culo, a tomar viento, a espulgar monos a Brasil.