lunes, 28 de septiembre de 2009

Comenzando así (acabando...)

Con sueños que se cumplen comienza esta semana, sin ser muy ambicioso y buscando tener la cabeza ocupada, cualquier cosa que aparece es una puerta que se abre y ya sé que entonces nada volverá a ser igual. Salir de la nada, eso es todo. Subir una escalera, o bajarla, pero que sea otro rellano porque no hay peor cosa que esperar demasiado tiempo viendo la misma imagen sin saber que en otro lugar puede estar aguardándote una verdadera oportunidad, y no esa única opción casi desesperada. Los días han pasado sin saber si era martes o jueves, mostrando interés por su nombre a medida que se aproximaba el fin de semana, a sabiendas de que tanto jueves como martes iban a ser un calco el uno del otro. Pero este jueves voy a una entrevista, y ya sé que me toca rasurarme el careto, pelarme el poco pelo que me ha quedado de absurdas batallas sin heróicos ideales e ir presentable al menos a los ojos de la enternecedora ciudad de Valldemossa. Pedagogía ambiental, ando un poco espeso, tendría que revisar viejos apuntes que Dios quiera todavía conserve en las carpetillas de cartón barato donde creo que tenerlos almacenados. Básicamente, si se quiere aspirar a algo se tienen dos opciones: a) confiar en la suerte y ser yo el único pretendiente al curro al que le propondría matrimonio tan solo por tener algo de cochina estabilidad y perspectiva de futuro. b) informarme bien de los entresijos del trabajo, saber realmente en que consiste mediante una recopilación por internet, siendo posible (que no seguro), que haya algún tipo de página o páginas que recojan datos más exhaustivos que la menudencia que me han facilitado. Y aunque vaya a poner en práctica la b), debido a que por si acaso va un sujeto en una situación tan patética como la mía le llevaría ventaja si él se ha inclinado por la opción de la lotería, sigo confiando yo también en esta última. Aunque esta vez me guiaré por el más vale prevenir que curar. Le tengo miedo a mi expediente lamentable, de media de toda la carrera queda rozando el seis, pero por abajo, y hoy he considerado que he tenido suerte porque no he tenido que esperar más de diez minutos en las colas que se forman estos primeros días con el tema de las matrículas y porque han podido hacer el extracto del expediente limitado a delatar solo mis asignaturas aprobadas, aunque podrán ver los años. En todo caso, mejor que no presentar el expediente de seis páginas. He hecho hasta 4 copias, para no tener que volver en mucho tiempo, con compulsa además, y gratis. Del título cobran. Pero nada, éstas gratis, pues bien, algo es algo. Y esto ha sido un buen lunes. Ya veré como acaba esta semana, llevando la cuenta.