sábado, 10 de enero de 2009

Memoria del mañana.

Siendo consciente de que los contenidos de este blog son poco leídos y aun sabiendo que es mi culpa, no está mal de vez en cuando plasmar en algún lugar cualquier menudencia que apetezca. Hay ventajas en no ser leído y es que, entre otras, se puede poner lo primero que se ocurra, sin caer en la trampa de ofender al lector, indignarle o humillarle. En todo caso, creo que en ninguna de estas he picado.

De todos modos ¿Quién sabe? Envuelto en melancolía pasajera, me han venido recuerdos del futuro. Mis dotes de vaticio y predicción son nefastas, como las de todo humano hasta la fecha (y no es que lo crea, es que lo es). He pensado en el mañana y cuán larga será la permanencia de este blog en la web, y es más, si este sistema que utilizamos se habrá quedado obsoleto en pocos años. Ahora parecería inimaginable, como un poco atrás en nuestra historia había también muchos avances considerados disparates. ¿Estará esta enorme pocilga plagada de piaras de cerdos, o será un modo distinto? El historicista será capaz de prospectar cualquier teoría fundamentada en la evolución lógica y científica que se ha ido sucediendo época tras época, era tras era, civilización tras civilización. Y meterá la pata, o no. El mero azar - su elección ha sido azarosa, no el discurrir- será el que le dé la razón o se la quite, y si acierta le aplaudiré.

Sin embargo, yo he querido ponerme en la piel de esa pitonisa capaz de ver acontecimientos futuros escritos por la invisible mano del destino, y me ha venido a la imagen una habitación. Yo viejo, algo fofo, sentado en mi sofá y pensando que en la paz se encuentra la paz, en la tranquilidad la armonía y estabilidad, después de haber recorrido un camino colmado de asperezas. Por otra parte, un joven, con sus cajas de pizza por el suelo, sentado en postura inapropiada para la espalda, buscando algo interesante que leer, una palabra, una aportación. Algo. De pura casualidad, se halla con este blog y ¿qué hace? ¿Pasa? ¿Lee? ¿Se ríe? ¿Llora? ¿Se suicida? ¿Cómo verá él nuestro lenguaje de hoy por hoy? Sobre el lenguaje, casi se puede afirmar que no padecerá cambios sustanciales. Evidentemente habrá modismos, como ahora lo de despedirse mandando a tomar por saco, o cualquier otra sandez, determinados refranes y expresiones en general. Los refranes no sé que vamos a hacer con ellos, si se implantarán nuevos refranes con un enfoque más tecnológico y vanguardista o seguiremos con "Caiga el rayo en casa de Tamayo" o "Haya cebo en el palomar, no faltarán palomas" Refranes de campo, puros, con casta. Quizás encontremos "Caiga la granada en casa Sagrada" o "Habiendo putas en los garitos, no faltarán los pitos" Ya no con tanta casta, más soeces, grotescos, feos. Y sin arte. La verdad los refranes no se inventan sino que están inventados. Habrá que ver. Retornando al tema del lenguaje, se ve que no habrá cambios tan bruscos como los padecidos en los últimos tiempos, a mi parecer debido a los medios de comunicación audiovisuales de toda índole: Televisión, cine e internet, que serían los que están más extendidos, especialmente este último es el que más contribuye a que esto ocurra. Al caso, cada vez nos aproximamos hacia una globalización del lenguaje, debido a que los medios ofrecen distintas formas, de diversas culturas que poco a poco se van incorporando a nuestro estilo; esto sería natural, teniendo como premisa que la generalización del hombre es una de las asignaturas hueso y pendiente del capitalismo, obviamente el lenguaje viene en el grupo. Existirán los acentos claro está, sin embargo quien lea este texto, no le resultaría tan extraño como para alguien que ha leído uno de hace 100 años que, aunque intelegible, tiene un carácter curioso y también atractivo y elegante. Y cada vez esa elegancia se va perdiendo, quizá demasiado tecnicismo en contraposición a un lenguaje más popular y común. Y supongo que esto si lo dice un historicista dando datos de tal y cual suceso, sería más creíble, yo de momento me abstengo de seguir con este diserto, tan absurdo como exento de toda base científica. Habrá que ver lo que piensa ese joven de mi augurio, erróneo en todo punto, o no.

Ese joven, tan distinto a la niña de Rajoy y tan igual a los de nuestra generación, ha conseguido pinchar mi globito melancólico que ha explotado y se ha regocijado en mis sentimientos. Sin saberlo me halla, pura casualidad: la ruleta, osos en el Sáhara, sosiego en tierras invadidas, amor, política justa.